Parálisis en la Legislatura bonaerense: los proyectos clave de Kicillof que siguen cajoneados a un mes de las elecciones
La Legislatura bonaerense lleva más de un mes sin sesionar y podría continuar paralizada hasta las elecciones del 7 de septiembre. En el medio, quedaron frenados expedientes centrales para la gestión de Kicillof, como el endeudamiento por USD 1.045 millones, la condonación de deudas a municipios y la creación de una empresa estatal para emergencias.
La Legislatura bonaerense atraviesa una inactividad prolongada que ya lleva más de un mes sin sesiones y que, según estiman en los pasillos del Palacio, podría extenderse al menos hasta el 7 de septiembre, cuando se celebren las elecciones provinciales. En ese marco, varios de los proyectos clave enviados por el gobernador Axel Kicillof permanecen cajoneados, mientras la crisis económica empieza a mostrar signos concretos en áreas sensibles como la salud.
Uno de los expedientes que quedó sin tratamiento es el pedido de endeudamiento por hasta USD 1.045 millones, girado por el Ejecutivo en mayo pasado. La iniciativa también contempla la emisión de letras por otros USD 250 millones y una serie de medidas asociadas: la creación de un Fondo de Inversión Municipal, la prórroga de emergencias clave, y la suspensión del cobro de deudas que los municipios mantienen con la Provincia, especialmente por los fondos girados durante la pandemia.
El proyecto, que en los hechos actúa como un mini presupuesto 2025, no logró el aval necesario en el Senado bonaerense, donde la comisión de Presupuesto e Impuestos decidió dejarlo “en estudio” ante la falta de acuerdo con la oposición. Uno de los puntos de mayor tensión es el porcentaje del endeudamiento que se destinaría a los municipios: el Ejecutivo ofreció un 8%, mientras que los bloques opositores reclaman un 16%.
A esta discusión se suma el reclamo de los intendentes por la condonación definitiva del “Fondo Covid”, una deuda que fue clave para sostener las finanzas municipales durante la pandemia. Kicillof propuso suspender su cobro hasta diciembre y devolver lo abonado este año, pero algunos sectores del oficialismo creen que el tema podría estar siendo utilizado como moneda de cambio para destrabar el endeudamiento. Por ahora, ni una cosa ni la otra avanzaron.
El trasfondo político y la presión de los intendentes
La iniciativa de Kicillof incluye la creación del Fondo de Fortalecimiento de la Inversión Municipal, una demanda de los intendentes que había sido parte de la discusión presupuestaria de fines de 2024. Pero el texto genera ruido incluso entre aliados: no solo impide usar los recursos para gastos corrientes, sino que deja sin precisión cuánto dinero podría alcanzar a los municipios. Además, al vincularlo solo a operaciones de financiamiento de la “administración central”, se excluye a las empresas estatales, lo que alimenta la desconfianza.
En paralelo, otras iniciativas del Ejecutivo siguen paralizadas: la empresa estatal para gestión de emergencias, la Ley Audiovisual bonaerense, los cambios en el régimen de indemnizaciones laborales y la condonación de los pasivos del Fondo Covid. Algunas de ellas fueron aprobadas por el Senado, pero nunca tuvieron tratamiento en Diputados, por lo que podrían perder estado parlamentario si no se incluyen en un orden del día antes de fin de noviembre.
La situación revela un fuerte cortocircuito entre el Ejecutivo y el Legislativo, en un contexto atravesado por internas, especulaciones electorales y pujas de poder entre los distintos sectores del peronismo.
La crisis empieza a sentirse: faltan insumos en el sistema de salud
Mientras tanto, la parálisis parlamentaria ya empieza a sentirse en el territorio. En las últimas semanas, trabajadores del sistema público de salud en La Plata, Berisso y Ensenada denunciaron que escasean insumos y recursos básicos, entre ellos las pastillas anticonceptivas que se entregaban de forma gratuita y dejaron de llegar. El dato, confirmado a LANOTICIA1.COM, enciende alarmas sobre el impacto concreto de la falta de presupuesto en áreas esenciales.
La presidenta del Senado, Verónica Magario, es candidata por la Tercera Sección y mantiene un perfil bajo, en una Legislatura donde la actividad parece haber sido absorbida por el calendario electoral. Resta ver si después del 7 de septiembre los legisladores retomarán el trabajo, o si extenderán su receso de hecho hasta las definiciones nacionales.
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