Conflicto por el decreto que eliminó los serenos a bordo de buques amarrados: En Necochea 16 se quedaron sin empleo
La resolución firmada por Patricia Bullrich impacta en los puertos como el de Quequén. "Defendemos un sistema que garantiza vigilancia, control y prevención de accidentes y derrames”, sostuvieron los afectados.
Un total de 16 familias de Necochea se quedaron sin trabajo tras la firma del Decreto 37/2025 por parte de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, el cual eliminó la obligatoriedad de contratar serenos a bordo de buques amarrados en puertos nacionales. Según los gremios portuarios locales, la normativa afecta en total a más de 800 familias en todo el país.
De qué se trata la normativa firmada por la ministra de seguridad nacional
La resolución modifica el Régimen de Seguridad Portuaria (Decreto 890/80), convirtiendo en opcional, en lugar de obligatorio, la contratación de serenos por parte de los armadores de embarcaciones de bandera extranjera.
El cambio normativo impactó directamente en Puerto Quequén, donde 16 familias se quedaron sin empleo. El servicio de serenos, tercerizado y remunerado por las navieras, se encargaba de tareas como la vigilancia de buques, el control de la carga y la prevención de derrames o accidentes ambientales.
La presidenta del Consorcio de Gestión de Puerto Quequén, Jimena López, enfatizó que el decreto fue una decisión tomada a nivel nacional: “La solución también debe venir desde allí”, insistiendo en que el reclamo debe canalizarse a través del Ministerio de Seguridad de la Nación.
Darío Olivera, dirigente del Sindicato de Encargados y Apuntadores Marítimos, dijo que la medida beneficia a las navieras extranjeras que reducen costos a expensas de la seguridad: “Esto no le cuesta un peso al Estado, representa solo el 0,01 % del costo operativo de un buque. El único que gana es el empresario extranjero, que ahorra mil dólares por barco”.
Por su parte, desde el Sindicato Único de Serenos de Buques (S.U.S.B.) advirtieron: “No estamos defendiendo solo un trabajo: defendemos un sistema que garantiza vigilancia, control y prevención de accidentes y derrames”.
Los defensores de este puesto de trabajo aseguran que sin ese sereno no se controla el acceso al buque, el ingreso de personas y mercadería, ni se documentan irregularidades internas que podrían derivar en conflictos internacionales o daños ambientales.
La medida repercute en otras ciudades portuarias como Mar del Plata, Rosario y Bahía Blanca. En este último puerto, el gremio SUPA logró revertir la situación y forzar a los armadores a mantener los serenos pese al decreto nacional.
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