"Conseguimos el primer fallo de la historia por contaminación del río Paraná", celebró el ambientalista Edgar Panigatti
Así lo expresó el titular de la a Asociación FOMEA. Para la Justicia está comprobado que Atanor, compañía de San Nicolás que elabora insumos para el agro, durante casi una década contaminó el Paraná, río que también baña las costas de Ramallo, San Pedro, Baradero, Zárate, Campana, Tigre y San Fernando. El fallo, que es inédito para nuestro país, prevé una multa de 150 millones de pesos y exige mayores controles.
La productora de agroquímicos Atanor Argentina, que es parte del grupo estadounidense Albaugh LLC, fue condenada el 12 de mayo a pagar 150 millones de pesos por contaminar "de forma irreversible" el río Paraná, la tierra y el aire desde su planta industrial, ubicada en el municipio de San Nicolás. La contaminación se produjo por volcar efluentes industriales en el curso de agua. La decisión fue tomada por la Justicia de la provincia de Buenos Aires, tras el reclamo de vecinos y asambleístas de la zona.
Según el fallo dictado por la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de San Nicolás, el monto indemnizatorio deberá ser utilizado por el Ministerio de Ambiente de la Nación para tareas de control, fiscalización y mejoramiento del río Paraná y su biota. Pese a que los efluentes químicos generaron daños en el ecosistema, paradójicamente, la empresa expone en su página web que "una de las claves de Atanor Argentina es su visión para lograr un desarrollo sustentable, en equilibrio con el medio ambiente".
La Asociación Civil Foro Medio Ambiente de San Nicolás (FOMEA) fue la que impulsó la causa civil y penal contra Atanor desde 2014. Su titular, Edgar Panigatti, sostuvo que "lo más importante de este fallo es que es el primero de la historia que impone una condena de indemnización sustitutiva de estas características por el daño causado al río Paraná y su biodiversidad”. “Es el primer lugar donde se controla a una empresa y se determina fehacientemente que contaminó", expresó en declaraciones a LaNoticia1.com.
“Hace una década la empresa viene vertiendo residuos peligrosos de manera clandestina a las cloacas. Esos vapores salen por las rejillas de las casas y son respirados por familias enteras. Las consecuencias se ven hoy en el barrio Química, ubicado a 50 metros de Atanor, donde en solo 6 manzanas ya se contabilizan 200 muertos por cáncer. Todos los casos están registrados en la causa judicial”, detalló Panigatti, quien reveló que la farmacia local posee el "máximo récord de venta" de medicamentos oncológicos en toda la región.
Según contaron los vecinos, ese barrio existe desde antes que se instale la planta Atanor. Pero la llegada de la fábrica les cambió la vida para siempre. “Los distintos casos son terribles. Hay una familia entera que murió de cáncer y el único sobreviviente, también está enfermo. Algo similar pasó con una vecina que presentó una denuncia en la justicia y luego falleció de cáncer. La causa la siguió el esposo y al igual que su mujer, también murió por la misma patología. Lo que han hecho en esta zona es criminal”, lamentó el ambientalista.
Para Panigatti, el fallo de la justicia demoró casi una década en llegar porque considera que “la corrupción infiltra todos los niveles de poder en San Nicolás”. “Durante estos años, se pasaban la pelota porque la empresa los tiene coimeados a todos. El problema es que mueven mucho dinero y acá todos los jueces y fiscales son parientes entre sí. Hay un fiscal de apellido Giagnorio que le dio a Atanor cuatro años para auto-controlarse y en ese período la compañía no sólo no se auto-controló, sino que se descontroló”, acusó.
Pese al amparo ambiental presentado hace 9 años, donde los denunciantes manifestaron su preocupación por la “masiva” contaminación del ambiente con agrotóxicos y la “grave” afectación en la salud del barrio Química de San Nicolás, la empresa no mostró cambios. El escándalo alcanzó ribetes internacionales y llegó hasta la Organización de Estados Americanos (OEA) que tras una investigación, llegó a la conclusión de que el gobierno argentino no estaba cumpliendo con los convenios ambientales acordados a nivel global.
El titular de FOMEA, que pese a sus 85 años -tal como dice- sigue “luchando para proteger las vidas de las próximas generaciones”, también apuntó a la pata política: “Los intendentes permitieron que la empresa contamine abiertamente. Y hasta les han hecho ordenanzas acorde a lo que pedían. Modificaron todas las que prohibían la ampliación de la empresa e hicieron una nueva habilitando a seguir expandiéndose dentro del radio urbano de la ciudad. Por lo que ahora, la planta sigue contaminando pero mucho más que años atrás”.
En tanto, Panigatti también se refirió a la penalización económica que la Justicia le aplicó a Atanor. “Una multa de 150 millones de pesos para una empresa de esta envergadura, directamente es una risa. Esa cifra es irrisoria, considerando todo el daño irreversible que ha generado, no solo en San Nicolás, sino en toda la región. A la empresa le terminó costando mucho más barato pagar esta pequeña sanción que invertir durante una década en cuidar el medio ambiente, algo que hubiera salvado las 200 vidas”, graficó el activista.
En el tramo final de la entrevista, Panigatti dejó en claro la postura de FOMEA respecto del funcionamiento de la fábrica en San Nicolás: “Nosotros no queremos que la empresa cierre, queremos que mantenga los puestos de trabajo porque es importante para la región. Pero la compañía debe cumplir con lo que está pidiendo la justicia civil, fundamental para preservar las vidas de los vecinos”. Por último, advirtió por la gravedad del daño ambiental al río Paraná: “Es irreversible y afecta no sólo a esta generación sino a las generaciones futuras”.
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión