Emergencia por inundaciones en el norte bonaerense
San Nicolás, Ramallo, San Pedro y Baradero están en alerta por la creciente de los últimos días y comenzaron las evacuaciones. La ribera fue ganada por el agua y los clubes de la costa auguran pérdidas por la merma de turistas. Hay quejas por falta de apoyo de la Provincia.
La creciente del Paraná alcanzó su pico máximo esta semana, luego de las importantes lluvias del fin de semana que hicieron que el caudal llegara hasta los 3.50 metros en San Pedro y 4.40 en Ramallo. Baradero y San Nicolás también presentan una situación complicada en sus riberas.
En la costa de los cuatro distritos, clubes y balnearios quedaron bajo las aguas y los operadores turísticos ya sienten la merma que provocará durante la última quincena de vacaciones.
La Provincia decretó la emergencia hídrica, pero en San Pedro se quejaron de que el Comité de emergencias provincial “llama para preguntar por la tormenta y acá el problema es la creciente”.
En esa ciudad la situación es crítica (ver informe) y la Junta de Defensa Civil, compuesta por la Cruz Roja, el Municipio, Bomberos y Prefectura recorren la zona de islas para evacuar donde sea necesario, como en Lechiguanas, donde ayer había una familia entera esperando en el techo de su casilla por una barcaza que la rescate ante la presencia del agua en el interior del hogar.
“La Provincia está al tanto de nuestra situación, porque hemos elevado varios informes desde el 5 de enero previendo lo que iba a pasar, proyectando lo que había que hacer”, explicó el Secretario de Gobierno y representante municipal en la Junta de Defensa Civil Juan Almada, quien se quejó por el gasto ocasionado por la situación en la compra de colchones, frazadas y alimentos es importante y no recibieron apoyo en ese sentido por parte del Gobierno Provincial.
En San Nicolás la creciente hizo que se dispusieran restricciones en la circulación del tránsito en la costanera, con vallas en algunos sectores. Vecinos tomaron medidas para poder cruzar las veredas y los comerciantes decidieron cerrar sus puertas al tiempo que los carritos de venta deben ser reubicados.
En Ramallo se puso en marcha la Junta de Defensa Civil y prevén el uso de partidas presupuestarias especiales para enfrentar la situación, con el consenso del Concejo Deliberante.
En Baradero, donde ya hubo evacuados, el Comité de Crisis se reunió para decidir la creación de un terraplén que evite la inundación de los barrios de la costanera, que será construido con tosca, y se instalarán bombas que permitirán quitar unos 100 mil litros de agua por hora.
Todas estas medidas se tomaron en los últimos días ante los pronósticos del Instituto Nacional del Agua que prevén que el Paraná continúe creciendo. A ello debe sumarse la crisis energética que vive la provincia y que si bien no afectó en demasía a estos distritos podría generar más problemas en medio de la inundación.
Alertan por la presencia de víboras y otras alimañas transmisoras de enfermedades ligadas a la creciente.