Escándalo en el ascenso: Quilmes clasificó por un insólito penal y el plantel de Ferro estalló contra el árbitro Lamolina
El bochornoso penal que el referí Nicolás Lamolina sancionó a favor de Quilmes, y que determinó la clasificación del Cervecero a la final del Reducido con la eliminación de Ferro, generó una tremenda reacción de los futbolistas y del cuerpo técnico del equipo visitante sobre el final del partido. El árbitro se tuvo que retirar esconltado por la Policía. El plantel de Caballito también fue agredido por algunos plateístas.
Un verdadero escándalo se vivió anoche en el partido que Quilmes le ganó 1-0 a Ferro, que se definió por un penal mal sancionado por Nicolás Lamolina y que convirtió Federico Anselmo. Fue en el final del encuentro por la segunda semifinal del Reducido de la Primera Nacional por el segundo ascenso a la Liga Profesional. Ahora el Cervecero jugará la final con Barracas Central el próximo martes en estadio a confirmar.
La decisión del árbitro generó la bronca de los jugadores del equipo de Caballito, que le protestaron en continuado al juez en los últimos minutos y, una vez terminado el juego, lo fueron a buscar para continuar con sus reclamos. Ambos equipos, que habían empatado 1-1 en el cotejo de ida, volvieron a verse las caras en un estadio Centenario que fue una caldera al estar excedido en su capacidad.
La polémica llegó a los 30 minuto del complemento, Anselmo fue a buscar la pelota con el arquero Marcelo Miño y en la disputa le pegó al portero de Oeste y cayó, pero para Lamolina la infracción fue al revés y el delantero de Quilmes no desaprovechó la oportunidad. El final fue de locos: además de los constantes cortes (hubo 13 minutos de descuento), algunos jugadores de Ferro fueron agredidos por plateístas locales.
Una vez que Lamolina pitó el final, los futbolistas de Ferro lo fueron a buscar y se encontraron con un cordón policial que rodeó al juez, que también encontró resguardo en los jueces de línea, quienes también recibieron los reproches. En el momento de mayor tensión los jugadores visitantes fueron contenidos por algunos de sus compañeros, aunque uno que no tuvo consuelo fue Hernán Grana, que se retiró llorando.
Luego de los incidentes en el campo de juego, los forcejeos y manotazos siguieron en el acceso a los vestuarios donde los jugadores de Ferro se insultaron con algunos integrantes del cuerpo técnico de Quilmes. Fue una continuidad de lo que había sucedido en el primer tiempo, cuando el “Negro” Gómez (entrenador junto a Favio Orsi) tuvo un intercambio de palabras con Facundo Sava, entrenador del Cervecero.
El presidente del club de Caballito, Daniel Pandolfi, aseguró que "no era justo terminar así, ni Quilmes se mereció pasar con este error del árbitro ni Ferro quedar afuera por este penal". "Si hay falta es en contra del arquero e incluso el árbitro duda. Es injusto porque es todo el trabajo de un año y termina de esta manera. El partido iba directo a los penales. Estoy todavía muy dolido", concluyó la máxima autoridad de Ferro.
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