Fantino pidió la renuncia de un funcionario de Milei y desde el Gobierno lo llamaron en vivo: "Que me chupen la pi..."
El conductor estalló en su streaming contra el ministro de Salud, Mario Lugones, tras las muertes por fentanilo contaminado. "Renunciá, viejo choto", disparó. Denunció presiones del Gobierno pero advirtió: "No me rompan los huevos". Y lanzó: "Si a Ginés lo rompimos por el vacunatorio VIP, ¿qué hacemos ahora con 100 muertos?”.
Alejandro Fantino estalló anoche en su programa de streaming Neura. La bronca fue al aire y en directo, frente a miles de espectadores. El conductor exigió la renuncia del ministro de Salud, Mario Lugones, en medio de la conmoción por las más de 100 muertes por fentanilo contaminado.
“No llores con lágrimas lo que no supiste defender con tu expertiz de médico. Sos un inútil. No te creo nada. Se te fue esto de las manos, murieron 100 o más”, lanzó al referirse a un reportaje que Lugones había ofrecido a TN. Y sin vueltas, pidió: “Entonces, al menos que este viejo choto renuncie”.
El estallido llegó cuando un productor le avisó que lo estaban llamando desde el Gobierno para que bajara el tono. Lejos de calmarse, Fantino redobló la apuesta: “Lo lamento, hermano… 100 muertos. Lo lamento, papá. Lo lamento, que me chupe bien la pij*. Decíselo, que me chupe bien la pij* al que te está llamando”. Incluso ironizó: “Si quiere me tiro mermelada de arándano para que le guste más. No me rompan los huevos, no me hagan sonar el teléfono”.
La reacción sorprendió porque Fantino suele estar alineado con el discurso oficial. Pero esta vez, su blanco fue directo: calificó a Lugones de “tortuga Manuelita”, “cagado en las patas” y “sucio como una papa”.
Días antes, en TN, el ministro se había mostrado conmovido: “No tiene antecedentes. Me pongo muy mal cuando hablo de esto porque soy médico (se emociona), y es un atentado a la gente”. Allí responsabilizó al laboratorio HLB Pharma y aseguró que la ANMAT actuó al retirar el lote contaminado por orden del juez Ernesto Kreplak.
Pero esas lágrimas no convencieron a Fantino: “Estaba nervioso, tenso, cagado, un tipo cagado en las patas. No te creo nada, Lugones. Las declaraciones que diste me dieron asco”.
El conductor también comparó la situación con la destitución de Ginés González García en 2021: “¿Qué estaríamos haciendo si esto le hubiese pasado a Ginés? Lo estaríamos rompiendo todo”. Y retrucó: “Si lo rompimos por el vacunatorio VIP, ¿qué hacemos ahora con 100 muertos?”.
Más allá de los insultos, el episodio dejó en claro que hubo intentos de presionar a Fantino en pleno vivo. “No me llamen para que frene. Me importa un carajo”, gritó. Ese detalle expuso una grieta inesperada: uno de los comunicadores más identificados con el oficialismo rompió el guión y puso en jaque al ministro.
Fantino cerró con un mensaje que fue tan personal como político: “Ponete vos del otro lado, ¿qué hubiese pasado si el fentanilo envenenado se lo daban a tu hermano? Estarías buscando con una 45 al que te hizo eso. Entonces, Lugones, renunciá. Viejo choto”.
El caso del fentanilo contaminado ya no es sólo un problema sanitario y judicial. Tras el editorial de Fantino, también se transformó en una crisis política y comunicacional que erosiona la defensa del Gobierno.
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