Le robaron la bici, persiguió al ladrón y lo mató a golpes: Debate en torno a la justicia y la legalidad
El hecho quedó registrado en un video y muestra cuando Ezequiel Maidana de 19 años quiso recuperar su bicicleta y golpeó brutalmente al ladrón quién agonizó seis días y murió. El joven que fue robado está preso acusado de homicidio agravado. Las reacciones sociales mayoritarias ante estos hechos tienden a solidarizarse con quien sufrió el hurto y se resumen en "uno menos", "no salió a matar", "la justicia está del lado del delincuente". Lo que nos planteamos aquí es si la llamada "justicia por mano propia" ordena o mas bien desordena a la sociedad.
Por Ramiro Pablo Gómez
Robo, persecusión y "justicia por mano propia"
El lamentable suceso ocurrió en el municipio de Moreno. Un joven de 19 años, Ezequiel Maidana, sufrió el robo de la bicicleta que usaba para trabajar de delivery por parte de Javier Coria, un ladrón de 22 años. Maidana quiso recuperar el rodado que pertenecía a su madre y con el que sacaba 600 pesos diarios y logró convencer a una camioneta que siga a Coria.
El vehículo conducido por Rodrigo Tejera de 29 años embistió a la bicicleta y provocó la caída de Coria. Maidana bajó del vehículo y comenzó a golpearlo brutalmente dándole patadas en la cara. Según los videos que registran el hecho, Maidana vuelve a la escena minutos después y se lleva las zapatillas del Coria quien yacía inconsciente.
Coria ingreso al hospital Larcade de San Miguel con muerte cerebral, agonizó seis días y finalmente, murió. En tanto, Maidana quedó imputado por el delito de homicidio agravado por alevosía en concurso real con robo (por las zapatillas de Coria). Además, el conductor de la camioneta, Rodrigo Tejera, está procesado por homicidio agravado por alevosía en calidad de partícipe necesario.
Debate en torno a la justicia y la legalidad
Las reacciones sociales mayoritarias ante un hecho que termina con la muerte de un ladrón y con la potencial condena a quien fue robado pero mató son de solidaridad con quien sufrió el hurto. “Uno menos”, “la justicia siempre del lado del delincuente”, “no salió a matar”, son algunas de las expresiones que circulan y tienen mayor consenso. Aceptar estas expresiones es validar la pena de muerte o la posibilidad de matar a un otro que cometió un robo.
Lo que sucede es que esas reacciones son más emocionales que racionales y las leyes no se basan en la emocionalidad (inestable e indeterminado a priori) sino en una racionalidad que permita marcar un ordenamiento social con reglas claras de antemano.
Es cierto que el joven Maidana no salió a matar a nadie, sino que estaba trabajando, pero tras el robo y una reacción emocional desmedida pasó un límite legal con consecuencias judiciales.
¿Parece injusto?
Es injusto sufrir un robo, es azaroso y nadie hace méritos para ser robado pero también sería injusto legalizar un homicidio por considerar esa primera injusticia. Ya hay un marco legal que condena los robos con penas de distinto nivel de acuerdo al hecho delictivo, y por supuesto, si un delincuente mata a su víctima, va preso de acuerdo a la ley.
Si consideráramos que el joven que sufrió el robo de la bicicleta no debe ser juzgado cualquiera podría matar a un delincuente por el robo de un celular, una billetera o cualquier objeto. Peor aún si dos individuos se agarran a golpes de puño y uno mata al otro podría alegar que lo quiso robar. Es decir, se corren los límites legales y ya pasan a ser evaluados de acuerdo a la subjetividad de quien lo mire. No hay manera de establecer normas sociales de esa manera.
En cuanto a las reacciones que marcan que “la justicia está del lado del delincuente” no es correcta. Hay leyes que condenan asesinatos y se aplican constantemente sino no habría superpoblación carcelaria. Si la referencia es por la idea de “puerta giratoria” o una “justicia ineficiente” la solución no puede ser legalizar lo ilegal sino debatir y establecer otro marco legal.
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