Los cigarrillos siguen sin aparecer y comienzan a caldearse los ánimos
Desde hace semanas, los fumadores viven una odisea en la búsqueda de un atado. Con la cuarentena llegó el desabastecimiento, pero desde hace días, de diversos sectores anunciaron una normalización en el stock. Sin embargo, los cigarrillos no aparecen en los kioscos, y los pocos que llegan pueden venderse hasta al quíntuple del precio establecido por ley.
Alguien está haciendo negocios en medio de la pandemia. Eso está claro. Que un atado de cigarrillos se venda a $500 no es común. Los kiosqueros consultados culpan al unísono a los distribuidores. El punto máximo de esta disputa tuvo lugar en Río Gallegos, donde distribuidores y kiosqueros se dijeron de todo a los gritos.
Más allá de quién está sacando ventaja de la situación, el Gobierno de Alberto Fernández parece subestimar la situación que padecen millones de fumadores en el país, que cada día tensan el aislamiento en un derrotero muchas veces infructuoso de comercio en comercio en busca de un atado.
Los kiosqueros que venden al precio oficial (muy pocos) han optado por expender un atado por persona, por lo que la odisea vuelve a repetirse para el fumador una vez acabado el paquete.
Hubo anuncios oficiales de flexibilización de los trámites de importación, y también se indicó que algunas tabacaleras habían comenzado a producir, pero los cigarrillos no aparecen, los precios siguen por las nubes y el malestar de comerciantes y fumadores aumenta.
En este contexto, también se han registrado casos de personas particulares que, de algún modo no demasiado claro, han comenzado a vender atados por su cuenta, también a precios estrambóticos. ¿De dónde los sacaron si supuestamente hay escasez?
Todas estas irregularidades continuarán multiplicándose si los cigarrillos no vuelven a su stock habitual, y si los precios no se ordenan en torno a los valores oficiales.
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