Diego Luciani, que impulsó la condena por corrupción contra Cristina Kirchner en el juicio de Vialidad, sufrió una agresión verbal por parte de una mujer en un restaurante de Mar del Plata. Sucedió durante el fin de semana largo en "Lo de Fran", un local gastronómico ubicado en la zona del Puerto. El fiscal federal había ido a comer con su mujer y otras dos parejas. 

Franciso Rosat habló tras el escándalo. 

La mujer que increpó a Luciani era la pareja de Artemio López, quien en ese momento se encontraba comiendo junto al consultor. Después de que trascendiera el escándalo, el hombre ligado al kirchnerismo atinó hacer del hecho una cuestión de género y argumentó que el fiscal "agredió verbalmente" a su pareja y que alguien que acompañaba a Luciani “la zamarreó del brazo".

Sin embargo, el relato de López se contradice con lo afirmado por Luciani y por el propio dueño del restaurante, Francisco Rosat. "La que empezó a hacer comentarios en voz alta fue la mujer. El fiscal no la agredió. Fue una agresión verbal solo de parte de la mujer hacia el fiscal", aseguró, y precisó: "Artemio López se paró detrás pero la principal agresora fue ella".

 

 

 

 

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A pesar de las versiones que algunos quisieron imponer a través de las redes, el cocinero desestimó que Luciani hubiera agredido a la mujer. "No es real que el fiscal Luciani y su entorno agredieron a la mujer", dijo, y remarcó: "La mujer se le viene encima". "Cuando la gente se dio cuenta de que era Luciani empezaron a aplaudir", dijo el dueño y chef del local gastronómico. 

Además, contó que después del violento episodio charló con Luciani, a quien definió como un "cliente de la casa". "Me dijo que quería desligar el lugar, porque es cliente. A uno le toca vivir esta situación y la verdad es que no estamos acostumbrados", sostuvo el propietario del local, quien describió la situación como "inapropiada". "No estamos acostumbrados a estas cosas", agregó.

El hecho ocurrió en la cantina "Lo de Fran". 

Rosat aseguró que hasta ese momento no se había dado cuenta que quienes impulsaron el escrache dentro de su negocio eran Artemio López y su mujer. "No los conozco ni son clientes, ni han venido al restaurante”, explicó. Previamente, el cocinero había publicado un comunicado donde repudió "todo tipo de violencia y de discriminación por ideologías políticas, religiosas, o de género",