Martín Ron, el artista bonaerense que integra el podio de los diez mejores muralistas del mundo
Con un estilo hiperrealista único y una técnica digna de años de estudio, el muralista oriundo de Tres de Febrero supo llegar a cada rincón del planeta con sus trabajos. Australia, Europa, Latinoamérica, Estados Unidos, Miami, Londres, Tailandia, Malasia, Estonia y Moscú son solo algunos de los sitios en los que Ron dejó su firma plasmada en las paredes con un solo objetivo: Inspirar a aquellos que tienen un pasión dormida.
Por Aldana Farinelli
Nacido en 1981, Martín Ron supo desde los 7 años lo que le gustaba. Sin dudarlo le dijo a su mamá que quería aprender dibujo y pintura. "Siempre tuve facilidad, me encantaba y me fascinaban los libros de arte que había en mi casa, asique fui a dibujo y pintura hasta mi adolescencia", relató en diálogo con LaNoticia1.com
Con un dominio único de las técnicas probó pintar un mural en su casa y en la de sus amigos, fue entonces que comenó un camino de éxito que lo llevaría a viajar por los cinco continentes y a posicionarse entre los diez mejores muralistas del mundo. Además, batió el récord de crear el mural más grande de Latinoamérica.
"Entendí que mi llamado tenía que ver con los murales. Después de hacer varios intentos de seguir una carrera por ahí más tradicional y entender que la pintura era un hobby, comprendí tras pintar varios murales, que esto tenía potencial de ser una carrera, un estilo de vida y me largué en la adolescencia tardía después de los 21 años a pintar murales hasta que se fue convirtiendo en una profesión", recordó.
Dicha profesión lo llevó a visitar el Sudeste Asiatico, Australia, Latinoamérica, Estados Unidos, Miami, Londres, Tailandia, Malasia, Estonia, Moscú, Brístol, Tenerife, Bremen, Glauchau y cuenta con los murales más reconocidos del país: En la línea A y B del Subte de Buenos Aires, en el Hospital de Clínicas, en el Barrio Ejército de los Andes conocido como "Fuerte Apche" donde inmortalizó a Carlitos Tevez, para quien también pintó su colección de arte privada, y, actualmente, se encuentra pintando un díptico en San Nicolás.
¿Qué temáticas elegis representar en tus murales?
Los temas que utilizo a la hora de pintar son temas quizás universales, metáforas, apelando un poco al buen humor, a la ternura, sobre todo en la última serie que estoy pintando niñez. Siempre con la idea de que mis obras tengan un impacto visual gracias a una técnica bastante pulida hiperrealista y que hagan un aporte de valor de energía a la gente que pasa, que la gente que pasa caminando y se encuentra con un mural esboce por lo menos una sonrisa y transmitir un mensaje de que si uno le pone corazón al camino que elige puede lograr grandes cosas, en mis murales se inspiran no solamente pintores, sino gente que tiene alguna pasión dormida y es hora de despertarla.
¿Qué buscás transmitir a través de las paredes?
Lo que busco transmitir son puestas de mucho impacto visual que jueguen y que de alguna manera estimulen el estado de ánimo de la gente que pasa y que por sorpresa se topa con una de mis obras, mis murales. Yo soy de la primera generación que pintaba murales cuando no había redes sociales, asique el fin y el objetivo principal es que la obra esté contextualizado en el espacio público y que sorprenda a la gente que pasa. No entiendo que el mural sea un contenido y el único fin de pintar un mural sea que sea un éxito en las redes sociales, aunque también lo son, pero trato de que sea un amigo más del paisaje urbano y que lleve buena onda a la gente y sea una caricia para ese día a día de la mayoría de personas que tiene que salir a pelearla a laburar todo los dias.
¿Qué fue lo más "loco" qué te sucedió pintando un mural?
Siempre pasan cosas locas, aunque estamos un poquito aislados porque parece que estamos en la calle, pero al estar pintando uno le está dando la espalda a la ciudad y se pierde un montón de cosas, sobre todo en los murales en altura que está muy lejos, antes cuando pintaba mas a nivel del piso estaba mas en contacto con la gente. La mas loca fue justo el último mural que se clavó un motor, no había riesgo ni peligro, pero no podíamos bajar, nos bajaron los bomberos en una escalera de 30 metros. Fuimos socorridos y rescatados por los Bomberos Voluntarios de San Nicolás y fue muy divertido porque veníamos transmitiendo las historias del minuto a minuto y por cinco horas no sabíamos cómo íbamos a bajar, como íbamos a reparar el motor y logramos la complicidad del público a través de las redes que siguió el minuto a minuto cómo se iba desenvolviendo la situación y fue muy divertido.
Actualmente Martín Ron se encuentra pintando en San Nicolás donde aun tiene pendiente un mural en un seguno edificio para completar el díptico que planeó. "Después tengo un proyecto en Córdoba y en Colonia Santa Teresa que es el centenario del pueblo en La Pampa, entre otros proyectos de viaje que por situación de pandemia están suspendidos hasta 2022", finalizó.
Para comprender la mente de este artista, basta con leer su propia biografía: "Una vez que su arte está completo en un muro de una ciudad, esa obra ya no le pertenece a él, sino a la sociedad".
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