"Necesita un corazón para vivir": Felipe tiene 10 meses, es de Pilar y espera un trasplante urgente que le salve la vida
El bebé nació con miocardiopatía dilatada y hoy está en lista de espera de emergencia. En diálogo con LANOTICIA1.COM, sus padres relatan la lucha que afrontan día a día y la importancia de la donación pediátrica.
Feli tiene 10 meses, es del partido bonaerense de Pilar, y nació con una miocardiopatía dilatada, una enfermedad que impide que su corazón funcione correctamente. Hoy está internado en el Hospital Garrahan, incluido en la lista de espera nacional de emergencia para un trasplante de corazón, su única posibilidad de seguir viviendo.
“Es difícil, la verdad, pero seguimos metiéndole con todo el amor y la esperanza”, dice Gisela, su mamá, a LANOTICIA1.COM. “Feli sonríe, juega, da besos… nos demuestra cada día una fuerza inmensa. Nosotros lo acompañamos con todo nuestro amor para que pueda crecer sano y feliz”.
Desde sus primeros meses de vida, la familia transitó un camino de hospitales, medicaciones y controles constantes. Feli pasó seis meses en el Hospital de Niños Gutiérrez, en Buenos Aires, donde aprendieron a convivir con la enfermedad y recibieron apoyo profesional y humano. Pero hace menos de 20 días, Feli sufrió una descompensación grave, fue intubado y tuvo un paro cardíaco. “Por suerte salió, pero eso hizo que entrara en lista de emergencia nacional, porque su vida depende de un trasplante”, explica Gisela.
Vivir al norte de la Provincia de Buenos Aires y cuidar de un bebé en estado crítico internado en Capital Federal exige sacrificios enormes. Gisela, manicura que trabaja en casa, y Emanuel, mecánico de motos, alternan turnos entre el hospital y el hogar para cuidar a Feli y a su hijo mayor, Milo, de 10 años. “Es muy costoso y agotador: viajar dos horas y media cada tres días, sostener el alquiler, pagar los servicios y mantener la casa mientras estamos en el hospital”, cuenta. Gracias a la Casa Ronald, reciben hospedaje y comida, aunque Emanuel duerme junto a Feli en una reposera y la rutina sigue siendo intensa.
Además de la lucha por la vida de Feli, la familia quiere generar conciencia sobre la donación pediátrica. “Esto le puede pasar a cualquiera. Nadie está exento de que le digan que su hijo necesita un trasplante. Queremos que se hable, que las familias y las escuelas estén informadas. Ese acto de amor puede salvar muchas vidas”, agrega Gisela.
Cada día es un desafío lleno de esperanza y miedo, mientras Feli espera un corazón que le permita vivir cosas que aún no conoció: tomar una mamadera, ir al jardín, correr en una plaza. Su historia refleja lo que muchas familias bonaerenses viven cuando tienen que trasladarse a la Ciudad de Buenos Aires para acceder a tratamientos complejos, y también muestra cómo la solidaridad y los gestos de amor pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
La familia comparte su historia a través de la red @elcorazondefeli, con la esperanza de que más personas se informen sobre la donación de órganos pediátrica. La fuerza, la sonrisa y la alegría de Feli inspiran a todos los que lo conocen, y todos esperan el día en que, finalmente, pueda correr, jugar y descubrir el mundo con su propio corazón.
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