Agentes federales clausuraron una curtiembre por múltiples anomalías en el tratamiento de cueros, en Avellaneda tras una investigación por orden de la Fiscalía Federal de Quilmes a cargo de la Dra. Silvina Cavallo. El puntapié inicial fue una denuncia donde acusaban a dicha firma de operar con anomalías.

La empresa utilizaba para el tratamiento de los cueros productos químicos altamente tóxicos. Los mismos eran vertidos en los caños de desagüe cloacal de la zona, produciendo fuertes olores nauseabundos.

La gran cantidad aguas servidas provocaban la aglomeración de alimañas y mosquitos transmisores de enfermedades, generando pésimas condiciones laborales y de salubridad para los trabajadores. 

Por otra parte, el edificio se encontraba casi en ruinas, con paredes y techos con peligro de desmoronarse y, para no ser detectados y evitar controles, trabajaban en horarios nocturnos.

Finalmente, el Juzgado Federal de Primera Instancia de Quilmes a cargo del Dr. Luis Antonio Armella, Secretaría Penal Nº4 del Dr. Rennes, ordenó el allanamiento del edificio y se detuvo a 2 hombres de 50 y 61 años.

Trece empleados fueron identificados y se clausuró el lugar.