Vacuna argentina contra el coronavirus: La UNLP se pone en carrera con un proyecto en etapa de ensayos preclínicos
La técnica utilizada se trata del empleo de fracciones de la proteína S del Sars-Cov-2, encapsuladas en nanopartículas. Los investigadores esperan poder concluir las etapas experimentales durante el transcurso del 2021 para pasar a probarla en humanos.
Investigadores del Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA) y del Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos (IIFP), dependientes de la UNLP y del CONICET, se encuentran desarrollando una variante nacional de la vacuna para la inmunización contra el COVID-19. Este proyecto se suma al de la Universidad de San Martín (Unsam).
El desarrollo es dirigido por los doctores Guillermo Docena, del IIFP y Omar Azzaroni, del INIFTA, ambos egresados de la UNLP, quienes están al frente del denominado “Grupo COVID-Exactas”, conformado en marzo por estudiantes y graduados de la casa de estudios local.
Docena explicó que se diseñó para esta vacuna una estrategia vacunal basada en el empleo de nanopartículas con fracciones proteicas provenientes del SARS-CoV-2.
"En un principio será empleado en una vacuna sistémica, pero también podemos adelantar que se está evaluando desarrollar vacunas mucosales", dijo.
Asimismo indicó que "en este proyecto seguiremos la estrategia basada en el empleo de proteínas virales, específicamente fracciones de la proteína S, encapsuladas en nanopartículas. La proteína S se encuentra en la cubierta del virus y es la estructura que el virus emplea para poder invadir las células blanco (células del epitelio nasal y pulmonar principalmente). La proteína S se une al receptor de angiotensina 2 o ACE 2 e ingresa a la célula que le permitirá dividirse o multiplicarse para luego invadir otras células".
Y añadió: “actualmente estamos estudiando distintos protocolos de administración de la vacuna en ratones y, al mismo tiempo, se analizan las respuestas inmunes inducidas”. “Básicamente lo que buscamos, como en la totalidad de las vacunas para COVID-19, es inducir la generación de inmunidad protectora y generación de anticuerpos específicos de la proteína S para bloquear la entrada del SARS-CoV-2 a las células blanco del organismo. También se busca la producción de linfocitos de memoria para la inmunidad protectora en el tiempo”, concluyó.
Desde la UNLP afirmaron que “el desarrollo de vacunas nacionales será de crucial importancia para fortalecer el sistema sanitario de nuestro país en las etapas posteriores de la pandemia”.
Los investigadores esperan poder concluir estas etapas durante el transcurso del 2021, para luego evaluar la posibilidad y condiciones de pasar a fases clínicas, es decir, al estudio en humanos.
Otra las grandes ventajas de contar con una vacuna de origen nacional, está íntimamente relacionada a la posible aparición de nuevas cepas en la región. Es que, en caso de ocurrir tal fenómeno, se estima que la adecuación de la vacuna a la nueva cepa se podría concretar de manera más rápida y precisa.
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