Vacunación, aumento de casos y nueva cepa: Cómo ven el panorama los expertos
Mucho se habla en estos días de las posibles medidas que tomarán desde el Gobierno para evitar que los casos de Coronavirus crezcan. Nuevas cepas, cifras que aumentan y la responsabilidad social bajo la lupa. "La relajación tiene consecuencias y pueden poner al sistema de salud en jaque”, señaló el virologo Maximiliano Wilda a LaNoticia1.com
En diálogo con LaNoticia1.com, el virólogo e investigador del CONICET, explicó que en Argentina nos encontramos transitando una nueva ola y no es un rebrote porque brote “tiene que ver con nuevas características más agudas o diferentes a las iniciales, tiene que ver un poco con el comienzo de la circulación masiva progresiva de los meses y en las últimas semanas por razones sociales”.
Según explicó el investigador, “la circulación viral tiene aproximadamente un 70% de razón en la circulación de las personas, independientemente de lo que el virus hace que es infectar células nosotros somos el que porta el virus y el comportamiento que tenemos de estar en contacto con otras personas es fundamental para que pase”.
Asimismo Wilda atribuyó el aumento de casos a que “la disminución de los casos progresivos hace que la gente empiece a circular más, y empiece a aparecer un número mayor de casos respecto a lo que era la estadística normal. Los testeos también han aumentando".
En este sentido el científico llamó a “no circular o no estar en contacto con personas cuando se que soy un positivo, a veces no cumplen con la restricción de quedarse 14 días en su casa”.
“Tenemos que pensar si no me siento mal, pero puedo ser un foco de contagio y eso puede complicar el sistema, debería actuar responsablemente y ver como me manejo dentro de mi cotidianidad social, sin tener que llegar al aislamiento. La relajación tiene consecuencias, ha tenido consecuencia y desde el punto de vista de salud esas consecuencias pueden poner al sistema de salud en jaque”, subrayó.
Wilda alertó sobre las conductas “innecesarias” que están surgiendo en el último tiempo. “Dicen “yo quiero irme de vacaciones ya” bueno podemos postergar eso, no es algo tan necesario en este momento o decir “me tengo que casar ya y hacer mi fiesta de casamiento” eso se puede pasar para adelante, esas cosa podrían evaluarse desde el punto de vista de la responsabilidad”.
Al ser un virus que muta el aumento de la circulación viral lleva a que aparezcan nuevas variantes que no necesariamente tienen que ser peores, porque todos los virus de ARN cambian y mutan su genoma azarosamente para adaptarse mejor, si tengo una gran circulación esas adaptaciones van a ser más probables entonces es lógico que empecemos a encontrar nuevas variantes, capaz tiene características similares o peores”.
Una nueva cepa ¿Más peligrosa?
Se dijo que comenzó en Inglaterra, y luego que se encontraron variantes del Coronavirus en Chile, Brasil e incluso en Argentina. Lo cierto es que Wilda explicó que se encontraron casi 20 cepas, “porque el virus muta. Dicen que es más contagiosa porque rápidamente un número grande de infectados tiene la variante, pero no es mayor la complicación que genera”.
Cabe aclarar que las vacunas desarrolladas funcionan para esta nueva cepa porque “están dirigidas contra la proteína que mayormente cambia y como la respuesta es policlonal contra toda la proteína por más que algún pedacito le cambie sigue siendo importante todo el resto de la proteína, por más que haya algún cambio en la vacuna está contemplado y se usa en lugares que tienen pocos cambios”.
Sin duda uno de los puntos que la población se pregunta es cómo frenar el virus. En este sentido Wilda explicó que las enfermedades infecciones se controlan y su control “tiene que ver con la prevención y ahi podemos tener herramientas como vacunas, conductas de prevención como las que conocemos y entra el sistema de salud y el diagnóstico para poder definir quién tiene o no el virus y que tengo que hacer con ese paciente diagnosticado”.
Estos tres factores no funcionan por sí solos y el virologo se muestra positivo: “Entre todos vamos a poder controlarlo, pero no tenemos herramientas al 100%, eso tiene un tiempo en que se genera la inmunidad, se cubre un número de personas que tienen que estar vacunadas para llegar a ese famoso umbral de inmunidad”.
Se estima que se precisa un 70% de la población con protección de anticuerpos para controlar la enfermedad y allí entran los vacunados y los recuperados.
Pero ¿Qué se sabe del recontagio? Wilda afirmó que los recuperados “generan inmunidad porque es un mecanismo fisiológico. Que haya posibilidad de contagio tiene que ver mucho con la persona, nosotros nos enfermamos periódicamente de influenza, gripe y tenemos anticuerpos. No está muy claro cuanto dura esa inmunidad en pacientes que han resuelto la enfermedad, si realmente es proyectiva, si hay posibilidad de reinfectarte, estamos recién llegando al año de que empezó todo esto”.
A la hora de referirse a una fecha estimada de “finalización” de la pandemia, el virologo aclaró que, si bien en biología “los tiempos no son exactos”, hoy en día se sabe que, “cuando uno se vacuna en 20 días ya tiene anticuerpos que funcionan después de una segunda dosis se refuerzan, se está hablando en otros países de que en 4 a 6 meses estaría vacunada la población necesaria para tener inmunidad, pueden tardar menos o más”.
En las campañas de vacunación entran en juego diversos aspectos como logística, la responsabilidad de la población a la hora de concurrir a los vacunatorios, la mano de obra para poder aplicarla, entre otros factores que la vuelven “favoable en países con menor cantidad de pobladores”.
"Todo ese combo en un periodo que no puede superar medio año va a funcionar pero es una pata sola después están las otras dos patas y no desaparecen los virus, continúan en circulación, lo que hacemos es acorralados en el menor número de casos cuando tenemos gente que está inmunizada”, explicó.
Al no tener estas herramientas al 100% Wilda reiteró que “ahora estamos apelando a esa pequeña conciencia de que la gente entienda, sin tener miedo. Hemos aprendido un montón de cosas que van a ser útiles para otro tipo de enfermedades con características similares”.
Respecto a las medidas de aislamiento, el científico se definió como “pro libertad de ser humano”, pero aclaró: “Esa libertad tiene que tener un poco de conciencia”.
En referencia a los números que se conocen cada día, Wilda llamó a no asustarse y aconsejó: “Cuando veamos el número gigante tratemos de ver la mortalidad que eso es lo peor y cuán rápido esos positivos se recuperan. El número de recuperados es monstruoso y el número de complicados cada vez menor”.
Por último, Wilda señaló que lo importante respecto al número de positivos son las características y no se debe perder de vista que “es una enfermedad que la mayoría la resuelve sin ningún tipo de cuidado intensivo. Tenemos un gran número de asintomáticos y está casi probado que tienen baja probabilidad de contagio”.
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