"Yo buscaba una disculpa, no plata", dijo el referí atacado por el futbolista de Sarandí que apareció muerto
El árbitro Ariel Paniagua salió a responder a las acusaciones de extorsión por parte de la familia del deportista muerto. Además, aseguró que el tiene “un audio que voy a presentar a la Justicia en el que me están a mí ofreciendo plata para que terminara con esto". Los mensajes filtrados en los que el referí pide la suma de 300 mil pesos.
Luego de las declaraciones de Edgardo, el hermano de William Alexander Tapón, el joven de 24 años que golpeó a un árbitro durante un partido de fúbol y dos días después se quitó la vida, el agredido rompió el silencio y dijo: "Yo buscaba una disculpa, no plata".
Cabe destacar que no sólo se difundieron rápidamente las imágenes del episodio, sino que horas más tarde, salieron a la luz, mensajes de texto y audio en los que el árbitro Ariel Paniagua, habló con un tal “Maxi” al que le relató lo sucedido y le advirtió: “Yo le doy hasta la tarde, porque si no voy a tener que hacer la denuncia”.
Según relató Edgardo en declaraciones televisivas, el plazo de tiempo era para que su hermano reuniera la suma de 300 mil pesos. Sin embargo el referí explicó que la polémica frase fue para que Tapón se disculpe: “Quería que saliera una disculpa de lo más profundo de su corazón, pero no lo hizo”.
"Me pudo haber matado. Todo el mundo me dice ´hacele la denuncia, lo arruinan´ y yo no quiero eso. Quiero arreglar algo con el pibe por el bien de él y listo. Tengo unas cuentas que pagar, no las pude pagar por esa boludez que se mandó”, dijo el árbitro en el audio.
Y continuó: “Yo necesitaba esa guita, por algo laburé doble turno y al final salió todo mal. No es culpa tuya ni culpa del equipo. Es culpa de él. Ni bien te conteste… yo le doy hasta la tarde para que me conteste y si no voy a tener que ir a hacer la denuncia porque me está apurando el abogado".
A pesar de estas filtraciones Paniagua afirmó: "Yo nunca hablé de plata con él” y agregó: “Es más tengo un audio que voy a presentar a la Justicia en el que me están a mí ofreciendo plata para que terminara con esto. Yo lo llamé porque quería arreglar las cosas con él, personalmente”.
Respecto a los hechos acaecidos en el partido del sábado el árbitro detalló: "Vi que estaban tomando cerveza afuera de la cancha. Le saco la roja al siete. Me tira un cabezazo, me voy para atrás. Nunca veo a William que viene. Me pega unas piñas, me caigo y antes de poder levantarme me pega una patada en la cabeza. Me desperté yendo para el hospital”.
"Pienso seguir dirigiendo. Esto que pasó no me va a hacer abandonar el laburo. Pero ahora no puedo, siento que no estoy en condiciones de trabajar de nada, porque mi cabeza está en cualquier lado. No sé dónde estoy, necesito ayuda psicológica urgente porque no sé para dónde salir corriendo. No me esperaba nada de lo que sucedió y mucho menos esta repercusión, yo tengo hijos, debo protegerlos", cerró.
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