"Basta de bullying en la UBA": el conmovedor reclamo de la mamá de una estudiante que se suicidó en Escobar
Recibió el diploma de su hija en la Facultad de Derecho y pidió justicia. El intendente Ariel Sujarchuk participó del acto y la acompañó. El caso surgió en el colegio preuniversitario Ramón Cereijo.
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La mamá de Matilda Angeleri, la estudiante de 18 años del Colegio Preuniversitario Ramón Cereijo de la UBA en Escobar, irrumpió en el acto de graduación con un mensaje que sacudió a toda la comunidad educativa. Subió al escenario de la Facultad de Derecho, recibió el diploma de su hija de manos del intendente Ariel Sujarchuk —jefe comunal de Escobar— y levantó un cartel con un pedido contundente: “Matilda presente. Matías presente. ¡Basta de bullying en la UBA!”.
El caso fue difundido inicialmente por Clarín, que reconstruyó el testimonio de la familia.
Según contó su mamá, Matilda decidió quitarse la vida en septiembre después de atravesar situaciones de acoso escolar y largos períodos de soledad. Incluso había optado por no viajar a Bariloche con su curso porque temía volver a sentirse aislada.

La madre también recordó a Matías Rolfi, el estudiante de 27 años que murió tras caer del segundo piso de la Facultad de Medicina y cuyo entorno señaló que también sufría hostigamiento. Para ella, ambas historias exponen un problema que la UBA “no está viendo”.
Tras la repercusión de la nota en Clarín, las autoridades del Ramón Cereijo difundieron un comunicado negando que la joven hubiera padecido “años de bullying” sin respuestas institucionales. La escuela afirmó haber brindado contención a través del Departamento de Orientación Escolar y mantener contacto permanente con la familia y los profesionales tratantes.

La mamá de Matilda sostiene otra versión. Afirma que la institución “no supo preservar” a su hija y que su reclamo no busca responsables penales, sino visibilizar el problema: “No quiero sangre. Quiero concientizar”, repitió en la ceremonia.
El acto terminó con un silencio respetuoso y un mensaje que quedó resonando en toda la Provincia: la urgencia de revisar cómo se aborda el bullying en espacios educativos que deberían contener, incluir y acompañar, no expulsar.
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