Coronavirus: Creciente malestar de autónomos y monotributistas que deben endeudarse y no saben cómo seguirá todo
Las quejas desencadenaron ayer un cacerolazo por el "gasto político" que se escuchó tras el aplauso de reconocimiento a los trabajadores de seguridad y salud sobre todo en Capital Federal. Débitos automáticos de impuestos, moratorias, cheques, pago a proveedores, sueldos, refinanciación de deudas, y alquileres, son solo algunos de los problemas que se enfrentan durante la cuarentena impuesta por la pandemia de COVID-19.
Las medidas económicas adoptadas por el gobierno no alcanzan para paliar las pérdidas de un amplio sector de la población que se quedó sin su ingreso diario y con todas las obligaciones mensuales para pagar. El último cacerolazo en medio de la pandemia del Covid-19 parece dar muestra de aquello.
Profesionales como peluqueros, masajistas, entrenadores, comerciantes de indumentaria o electrodomésticos, librerías, tiendas, inmobiliarias, prestadores de servicios no esenciales, albañiles, constructores, electricistas, contratistas, prestadores turísticos, restaurantes, bares y concesionarias de autos, entre otros, forman parte del abanico de autónomos y monotributistas que con empresas de distinta dimensión generan fuentes de trabajo registradas.
Beneficios para monotributistas: no irán presos por el momento.
— Boletín Oficial (@OficialBoletin) March 17, 2020
Un tuit falso del "Boletín Oficial" pero que se asemeja a la realidad.
En los próximos cinco días, los primeros del mes de abril, la mayor parte de esos contribuyentes debe liquidar sueldos y jornales, pagar a sus proveedores -que también están en la misma situación- y afrontar el pago de los intereses que le generarán las deudas ya contraídas y demoradas por el corte de la cadena de pagos.
En ese sector se desenvuelven también los que sostienen abonos fijos de clubes, clases particulares, colegios, cooperadoras y obras sociales particulares o prepagas que por el momento no han diferido los vencimientos de sus cuotas. Hubo suspensiones, reducciones horarias y en más de un caso, despidos.
Sin bancos y sin ayuda, el 13 de abril es una fecha demasiado lejana para los que habían comprado insumos o mercadería que quedó en stock y que será difícil comercializar cuando se retome la actividad normal.
Otros pactan con las inmobiliarias y dueños de inmuebles el modo de financiar el alquiler de sus locales que están ociosos desde hace 12 días. Una parte ha logrado trasladar sus ofertas a plataformas digitales pero en su mayoría, hasta los médicos que hacen una receta sufren el destrato de los prestadores que no reconocen esa actividad como "acto médico" para abonarles sus aranceles.
Uno de los pedidos más frecuentes es que tanto el gobierno de la provincia, el de la nación y el municipal suspendan todo tipo de imposiciones o tributos sobre todos los rubros registrados en la AFIP que no tienen actividad desde el 20 de marzo para no seguir generando deudas ante los organismos de recaudación y para que se suspendan los débitos en cuentas corrientes bancarias.
Hay una serie de medidas que ya han sido anunciadas. Por ejemplo, los 10.000 pesos anunciados para los monotributistas de categorías más bajas pero que no abarcan a los comerciantes que son de las categorías siguientes o autónomos. También la suspensión del pago de cargas patronales, el otorgamiento de programas Repro, la habilitación de descubierto para pagar sueldos con una tasa de interés del 24% y el otorgamiento de créditos blandos pero en todos los casos, empresas y comercios los asumen como un nuevo endeudamiento al que no saben si podrán hacerle frente.
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