Diego Maradona: El personaje que desbordó al mejor futbolista para clavarse en la memoria popular
¿Tanto lio por un futbolista? Se escucha decir desde el desconocimiento. Solo un futbolista podría ser Messi o Pelé pero Maradona es una cosa más compleja. Un personaje que se globalizó en los corazones sin redes sociales ni transmisiones de todos sus partidos. El fútbol lo puso “ahí arriba” pero lo completó con una vida extradeportiva que lo dejó en un lugar irrepetible para la memoria colectiva desde la narrativa personal.
Por Ramiro Pablo Gómez
El personaje que construyó Diego Armando Maradona tuvo como condición primera ser el mejor jugador del planeta. Antes y después, el 10, rebalsó su campo de desempeño deportivo para meterse definitivamente en el corazón de millones de personas. Lo inédito de esta historia no es la calidad de sus goles sino lo que pasó afuera de la cancha.
El escritor Eduardo Galeano lo describió de manera precisa:
“Maradona se convirtió en una suerte de Dios sucio, el más humano de los dioses. Eso quizás explica la veneración universal que él conquistó, más que ningún otro jugador. Un Dios sucio que se nos parece: mujeriego, parlanchín, borrachín, tragón, irresponsable, mentiroso, fanfarrón”, (Eduardo Galeano)
Esta reconstrucción, siempre incompleta, tiene como eje articulador algunas frases de Maradona. En ellas encontramos las huellas para entender al personaje que excedió el campo de juego.
"Yo crecí en un barrio privado de Buenos Aires. Privado de luz, de agua, de teléfono”
Es cierto que Maradona vivió en countries, saboreó los lujos de Dubái y sus comodidades, legítimamente ganadas, podrían poner en discusión la idea de “recordar el origen” pero para saber dónde nació Messi hay que googlear. Maradona siempre re actualizó su condición humilde en sus intervenciones y, por eso, el reconocimiento de los sectores populares.
"Dalma y Gianinna son mis ojos"
Hay una sensación de “conocer” a las hijas del 10 porque en sus intervenciones discursivas también las incluía dentro de este mega relato. No sucede lo mismo con ningún otro atleta del deporte nacional.
“Esto es para la Italia rica, que se piensan que Nápoles es el norte de Africa”
Podríamos citar un sinfín de frases Maradonianas que trascienden el discurso de “la pelota” para meterse en el terreno político, histórico, cultural y social. El sur pobre de Italia contra el norte rico no lo inventó Diego Armando pero tampoco lo evitó. En toda su vida pública se metió en polémicas que reactivaron, otra vez, esa identificación con un “ídolo” que está del lado de los débiles.
“No fui yo, fue la Mano de Dios"
Quizás esta definición de Maradona sobre el gol a los ingleses haya sido el comienzo de la asociación entre Dios y 10. El azar hizo que años después de Malvinas se diera un partido contra la nación invasora. La victoria argentina, con dos goles de antología, quedó en la memoria popular y tuvo al capitán como protagonista absoluto. Las Malvinas no se recuperaron ni fue la final del mundial pero funcionó como compensación sobre aquella derrota militar.
“¿Sabés qué jugador hubiese sido sin la droga?”
El talento de Maradona fue tan grande que le alcanzó para competir con la historia en condiciones desfavorables. Al imaginario de dios de barro se le incorporó el pecado, el error, las malas decisiones, el juico y prejuicio. Después “le cortaron las piernas”, “se equivocó y pagó” pero, otra vez, se desplazó del debate futbolístico al personal.
“Cuando me pinta el bajón, pongo 'El Chavo' y se me pasa todo.”
Maradona tiene por lo menos tres temas musicales que lo llevan como protagonista: La mano de dios (Rodrigo), Maradó (Los Piojos) y La Vida es un Tómbola (Manu Chao). Este último empieza diciendo “si yo fuera Maradona viviría como él” pero sus zapatos no son solo un par de botines.
Sin ánimo de comparar podríamos pensar que un deportista de elite lleva la vida de Messi pero Maradona trascendió el campo de juego y se codeó con presidentes como Fidel Castro, participó de movilizaciones sociales como el “No al ALCA”, y se metió regularmente en el barro político. Eso generó amores eternos o críticas irreversibles simplemente porque puso en tensión los límites de lo que “debe ser” un ídolo que juega al fútbol.
Para entender qué personaje fue Maradona hay que ver cualquier documental que lo tenga como protagonista. En esas reconstrucciones lo que menos se ve son goles, gambetas o festejos y eso que fue el mejor de todos.
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