Kicillof encabezará el cierre de campaña de la CGT: el sindicalismo se convierte en su mayor aliado frente a Milei
El gobernador será el principal orador del acto del 20 de octubre en La Plata que compartirá con junto a la conducción cegetista. Se trata del cierre del operativo territorial de la central obrera que desembarca en distintos puntos del conurbano. La alianza con Moyano y Daer se consolida en medio del avance de la reforma laboral impulsada por Milei y de las tensiones internas del peronismo que volverán a escena tras las elecciones del 26.
Axel Kicillof volverá a mostrarse junto a la CGT el lunes 20 de octubre, en un acto en La Plata que marcará el cierre de la campaña de la central obrera y de Fuerza Patria y el punto más alto de su acercamiento al sindicalismo. Allí estará toda la plana mayor de la conducción nacional cegetista, con Héctor Daer, Hugo Moyano y Carlos Acuña al frente, y se espera la participación de intendentes, candidatos y referentes gremiales de todo el país.
Ese día, además, se anunciará la iniciativa de ponerle el nombre de José Ignacio Rucci, histórico líder de la CGT, a una calle de la capital bonaerense, con la presencia del intendente Julio Alak. El gesto no es menor: Rucci simboliza el puente entre el movimiento obrero y el peronismo político, vínculo que Kicillof intenta reforzar como base de sustentación frente al avance de Javier Milei al tiempo que conforma bases para su espacio dentro de la interna que divide las aguas del peronismo
Una campaña con impronta sindical
El acto del 20 será el cierre de un operativo territorial que la CGT organizó junto al Ministerio de Trabajo bonaerense, encabezado por Walter Correa, uno de los nexos más firmes entre el gobierno provincial y las estructuras gremiales.
Durante octubre, las regionales de la CGT y las CTA realizaron encuentros en Mar del Plata, Moreno y Lomas de Zamora, con participación de dirigentes nacionales y candidatos como Huguito Moyano ( compite para diputado nacional en el noveno lugar de Fuerza Patria) , Sergio Palazzo y Vanesa Siley. Todos ellos integran la lista de Fuerza Patria y representan el desembarco sindical más fuerte en una boleta desde 2019.
La foto de Kicillof con los Moyano y Daer, difundida días atrás, selló la estrategia común: “Nos reunimos para seguir trabajando unidos en la defensa de los derechos de los trabajadores y del pueblo argentino”, publicó Daer en X. En un contexto de deterioro salarial y ajuste fiscal, el gobernador bonaerense busca consolidar al movimiento obrero como un bloque de resistencia tanto en el Congreso como en la calle.

El alineamiento con la CGT también responde a la coyuntura nacional. Mientras el presidente Javier Milei avanza con su proyecto de reforma laboral y previsional, Kicillof intenta capitalizar el malestar del sindicalismo, que acusa al Gobierno de querer “precarizar aún más el trabajo formal” bajo argumentos tales como el de combatir “la industria del juicio”.
En ese escenario, el mandatario bonaerense promueve un discurso de confrontación política y económica, presentando a su administración como un contrapeso de los efectos del modelo libertario. “El desafío no es solo resistir, sino construir una alternativa”, repiten cerca del gobernador, en línea con la apuesta de Daer de tejer un armado peronista plural para 2027.
Daer, Moyano y el tablero sindical
En paralelo, la CGT atraviesa su propia interna. El próximo 5 de noviembre elegirá autoridades en medio de negociaciones para reemplazar al actual triunvirato que integran Héctor Daer, Octavio Argüello y Carlos Acuña. En tanto que Daer dejaría su lugar como secretario General del sindicato, en miras a buscar un lugar estratégico en la Secretaría de Interior, que hoy está en manos Abel Furlán, de la UOM.
Kicillof lo respalda. Sabe que necesita del sindicalismo como soporte político y territorial ante un Congreso adverso y una oposición que buscará condicionar sus proyectos de endeudamiento y presupuesto en la Legislatura. En ese contexto, Daer, Moyano y Correa aparecen como figuras que garantizan músculo y presencia en los gremios y en los territorios.
Tras el 26: internas y poder en disputa
Las elecciones del 26 de octubre no solo definirán el futuro parlamentario de Kicillof, sino también el equilibrio interno del peronismo. El gobernador buscará emerger como referente nacional de un nuevo espacio poskirchnerista, mientras La Cámpora intentará conservar influencia en el Congreso y en la conducción del PJ Nacional.
Entre ambos polos, el sindicalismo se proyecta como la tercera pata del poder peronista. Con su capacidad de movilización y sus cuadros insertos en el Estado, la CGT busca consolidarse como actor estratégico en la disputa que se abrirá tras los comicios.
En esa reconfiguración, Kicillof apuesta a sostener el vínculo con los gremios y con los intendentes que lo acompañan desde el lanzamiento del Movimiento Derecho al Futuro, su espacio político propio. Ambos sectores —los sindicatos y los jefes comunales— son hoy los pilares de un proyecto que apunta más allá del cierre de campaña: la carrera hacia 2027.
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