Polémica por control de alcoholemia en Coronel Suárez: Moccero explicó el trasfondo y apuntó contra un "abuso policial"
El intendente suarense habló en exclusiva con LANOTICIA1.COM y aseguró que la decisión de separar a un jefe policial no se debió al operativo vial, sino a denuncias previas, falta de protocolo y presuntas extorsiones. "Hay otros motivos detrás de escena", aseguró el alcalde, quien remarcó que la información que se viralizó en los medios "no fue chequeada".
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Coronel Suárez quedó en el centro de una fuerte polémica provincial tras un control de alcoholemia realizado a la salida de una jineteada en Pueblo Santa María, durante el fin de semana del 6 y 7 de diciembre. Lo que en un primer momento se viralizó como una supuesta oposición del intendente Ricardo Moccero a los operativos viales, tuvo —según afirmó el propio jefe comunal— un trasfondo mucho más complejo que no fue reflejado en la mayoría de los titulares.
En declaraciones exclusivas a LANOTICIA1.COM, Moccero —intendente de Coronel Suárez, distrito del sudoeste bonaerense— negó haber pedido la remoción de un oficial policial “por el control de alcoholemia” y aseguró que la controversia expuso apenas una parte de un conflicto institucional previo, atravesado por denuncias informales, falta de coordinación y presuntos abusos de poder dentro de la fuerza policial local.
“No pedí la baja por el operativo: hay otros motivos detrás”
“No pedí la baja del oficial por el operativo, hay otros motivos detrás de escena. El año pasado esta persona ya había sido señalada por pedirle el 30% de la recaudación al club y este año se encargó de montar un operativo inconsulto, a espaldas del comisario Ariel Morales, quien no había instruido ninguna orden al respecto”, sostuvo Moccero en diálogo con este medio, visiblemente molesto por el modo en que se difundió el episodio. Según explicó, la información que circuló en redes sociales y en algunos medios regionales “no fue chequeada” y redujo el conflicto a una discusión simplificada sobre alcohol y conducción.
El intendente remarcó que nunca dejó de atender a la prensa y que, de haber sido consultado, habría aclarado desde el primer momento que la separación del cargo solicitada a la Provincia no estuvo motivada exclusivamente por el operativo vial realizado tras la jineteada organizada por el Club El Progreso.
Denuncias, rumores y un patrón que se repite
Moccero fue más allá y habló de un contexto previo marcado por denuncias no formalizadas por miedo, presuntos pedidos de dinero y decisiones policiales que —según afirmó— se tomaron sin protocolo ni coordinación con el Municipio.
“Cuando los rumores suenan, por algo suenan”, expresó. Y relató que ya el año pasado habrían existido versiones sobre pedidos irregulares de dinero vinculados a eventos y actividades privadas. “Ahora aparecen nuevos episodios similares, con testigos que van a declarar. Yo no los voy a exponer”, señaló.
En ese marco, el intendente recordó un antecedente personal: “Hace años me pasó algo parecido con otro comisario. En 48 horas pedí el traslado. Después tuvo cinco procesos. No es la primera vez que enfrento situaciones así”.
El operativo que encendió la mecha
El control de alcoholemia cuestionado se realizó durante la tarde, alrededor de las 19.00, a la salida de una celebración tradicional que convocó a cientos de vecinos en una zona rural. Según relataron asistentes y organizadores, el procedimiento provocó embotellamientos, demoras prolongadas y situaciones de tensión, incluso con personas mayores detenidas durante más de una hora bajo altas temperaturas.
“Había una mujer de 80 años y otra de 88 paradas en un auto durante una hora y media. Eso es inadmisible”, afirmó Moccero, quien reconoció que su reacción fue la misma que la de muchos vecinos de la colonia.

Alcohol Cero: acuerdo con el fondo, críticas a la forma
Lejos de cuestionar la política de Alcohol Cero, el jefe comunal aseguró estar de acuerdo con los controles y destacó que en Coronel Suárez “se evitaron muchos accidentes” gracias a operativos nocturnos bien planificados.
“Estoy totalmente de acuerdo con los controles a la madrugada, después de las 3.30 o 4. Ahí está el riesgo. Durante el día, en una fiesta tradicional, no es habitual hacerlo, ni acá ni en otros distritos de la región”, explicó.
En ese punto, Moccero insistió en que su crítica fue al criterio y al contexto, no a la ley: “Los gauchos no van a tomar Coca-Cola ni jugo. Con una copa de vino ya da positivo. Eso no puede analizarse sin contemplar la realidad cultural del evento”, había comentado previamente el jefe comunal, una frase que se viralizó rápidamente en las redes sociales.
La causa judicial y la denuncia del club
Según pudo saber LANOTICIA1.COM, el presidente del Club El Progreso, Gustavo Di Battista —exconcejal y exsecretario de Gobierno y Seguridad del distrito— presentó una denuncia que dio origen a una IPP N° 24381-25, en trámite ante la UFI N° 9. La presentación judicial suma un nuevo elemento al conflicto y refuerza la idea de que el episodio excede largamente una discusión mediática.

Las críticas y el reclamo de organizaciones viales
El caso también generó una reacción inmediata de organizaciones vinculadas a la seguridad vial. Desde la fundación Estrellas Amarillas, su asesor legal Sebastián Aldao cuestionó públicamente los dichos del intendente y pidió que se investigue su conducta, al tiempo que defendió el accionar policial.
“No estamos en contra de que los gauchos tomen alcohol, pero sí de que manejen alcoholizados”, sostuvo Aldao, al recordar que en Argentina mueren más de 5.000 personas por año en siniestros viales, muchos de ellos vinculados al consumo de alcohol.
Familiares de víctimas también enviaron una carta al subsecretario de Fiscalización y Control Policial del Interior bonaerense, Federico Montero, en la que reclamaron sanciones contra el intendente y respaldo al oficial involucrado.
Un debate que atraviesa a toda la provincia
Más allá del caso puntual, lo ocurrido en Coronel Suárez volvió a poner sobre la mesa una discusión que atraviesa a numerosos distritos de la provincia de Buenos Aires: cómo aplicar una ley pensada para salvar vidas sin desconocer las particularidades de fiestas populares, tradiciones rurales y eventos culturales masivos.
Para Moccero, la clave está en la coordinación institucional, el respeto de los protocolos y la ausencia de intereses ocultos. “Cuando todo se hace bien, la gente acompaña. El problema es cuando se desvirtúa el objetivo”, concluyó.
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