Por qué River y Boca están en crisis: Los dos grandes de Argentina atraviesan momentos turbulentos
Ambos equipos de fútbol perdieron el último fin de semana por el torneo local pero la crisis se explica por una serie de hechos que lo tiene al conjunto de la Ribera con cortocircuitos entre dirigentes y jugadores y al Millonario con un desempeño deportivo desconocido para el ciclo Gallardo.
Por Ramiro Pablo Gómez - Twitter
Los dos grandes de argentina atraviesan una crisis desatada por malos resultados deportivos. Tras quedar eliminados de la Copa Libertadores ninguno pudo ganar su partido por el torneo local y están lejos de la punta. Las causas de estos turbulentos momentos.
Boca atraviesa una crisis deportiva e institucional
Deportivamente viene de quedar eliminado de la ansiada Copa Libertadores tras perder en los penales. Los dirigentes, con el vicepresidente Juan Román Riquelme a la cabeza, decidieron despedir al técnico Sebastián Battaglia tras el resultado negativo. El club que dirige momentáneamente Hugo Ibarra marcha 14 en el torneo argentino con 9 puntos y a 6 de la punta tras perder 2 a 1 con San Lorenzo.
Los dirigentes buscan un nuevo director técnico tras las salidas de Miguel Ángel Russo y Sebastián Battaglia. Suenan Gareca, Guillermo, Palermo, Almirón, Beccasese, entre otros. Desde la dirigencia ya aclararon que se tomaran su tiempo para confirmar al DT.
Esta crisis deportiva desnudó una interna entre los jugadores y el Consejo de Futbol, comandado por Riquelme e integrado por Bermúdez, Casini y Delgado.
La primera señal fue el desplazamiento del defensor y capitán de Boca, “Cali” Izquierdoz, al banco de suplentes. La segunda señal fue el abrazo como muestra de apoyo de Marcos Rojo a Izquierdoz tras poner el 1 a 0 parcial contra San Lorenzo. La tercera señal fueron las palabras del hermano de el Pipa Benedetto apuntando contra la dirigencia:
"El Romance se terminó hace muchos años, pero no todos se dieron cuenta. Aguante Boca", dijo el hermano del 9 de Boca comentando una foto sobre el abrazo Rojo Izquierdoz.
Este cortocircuito entre parte del plantel y de la dirigencia le agregan a los magros resultados deportivos, una dificultad extra. Sentar a Izquierdoz en el banco de suplementes marca una injerencia problemática de la dirigencia en la configuración del plantel.
Los hinchas se dividen entre el apoyo incodidicional al idolo boquense Juan Román Riquelme y los que ya se cansaron del protagonismo que fue tomando el ex 10.
River debe reinventarse una vez más
El asunto con River se reduce a lo deportivo. Quedó afuera de la Copa Libertadores en una serie en la que fue superado por Velez pero el VAR le negó de manera escandalosa la posibilidad de llegar a los penales
Tras la dura caída, jugó con Godoy Cruz en el Monumental y perdió 2 a 0 con un jugador más durante 45 minutos. Además, Gallardo insultó al árbitro y se fue expulsado.
La crisis deportiva está vinculada al nivel inestable que muestra en cada partido, con un medio campo que ya no recupera la pelota rápido, un defensa que no da garantías y un ataque que a veces funciona y otras no.
Para colmo, se fueron los dos proyectos más grandes del club de los últimos años, Julián Álvarez al Manchester City y Enzo Fernández al Benfica.
La delantera del partido con Godoy Cruz la formaron Romero y Beltran, una dupla que sin ofender, podría ser de cualquier equipo de mitad de tabla. Además, en el banco no había delanteros.
Por eso River Plate cerró al colombiano Borja para llenar esa falta de 9 aunque sigue sin poder recuperar a Matías Suarez, un jugador clave para el conjunto de Gallardo quien hace casi un año que tiene problemas en una rodilla donde fue intervenido tres veces. El cordobes marca diferencias cuando juega. Con Velez le dieron 30 minutos tras dos meses sin jugar, generó peligro, metió un gol (anulado) y mostró toda su calidad.
Los refuerzos que trajo Gallardo a principio de temporada todavía no le funcionaron: Pochetino, Barco, Quintero, Gonzalez Pirez, Herrera, Mammana. Además, quedar afuera de la Libertadores provocó la caída del pase de Luis Suárez a River.
Gallardo deberá reinventar a River una vez más para generar un equipo confiable, voraz, contundente, que vuelva a generar temor en los rivales.
La hinchada riverplatense banca el momento al grito de "muñeeeco" "muñeeeco" pero espera otra resurrección en un ciclo que ya supera los 8 años.
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