09/05/2022 13:17 Hs.
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Caseros okupas, aulas con garrafas y docentes concejales: La escuela emblema de la desidia educativa en la Provincia

En una escuela rural de San Pedro los maestros iban a dejar de cobrar un plus por ruralidad y estuvieron a punto de ser reubicados porque la zona se quedó sin pobladores. Para evitarlo, inventaron la figura de caseros y llevaron a vivir allí a una familia con antecedentes por usurpaciones para que dos de sus hijos sean los únicos alumnos. Tanto la madre como su hija de 14 años, están embarazadas. Y el único ingreso que tienen son subsidios del Estado. Viven dentro de un aula, donde duermen como "presos" junto a una garrafa. La directora no les habla. Y una maestra además es concejal, va una vez por semana y cobra dos salarios. Desde el Consejo Escolar admiten que sabían del hecho, pero reconocen que no hicieron "nada". Una muestra de cómo se decide la Educación en la Provincia, que atraviesa a políticos y sindicalistas.

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“Para nosotros no hay peso mejor invertido que el que fue destinado a mejorar la educación”, señaló hace tan solo una semana el gobernador bonaerense Axel Kicillof durante un acto en el municipio de Salto, donde sostuvo que “dotar a las instituciones de trabajadores y trabajadoras de la educación no es un gasto, es una inversión y hay que sostenerla en el tiempo”. Pese a estas declaraciones, la realidad educativa de la provincia de Buenos Aires dista de ser la ideal y tras más de un año sin clases presenciales en territorio bonaerense, desde hace tiempo LaNoticia1.com viene advirtiendo por la incuria en los distintos establecimientos educativos. Sin embargo, hay una escuela en especial que registra situaciones insólitas y resume el voluminoso declive del sistema educativo provincial.  

Se trata del caso de la Escuela N°32 del paraje La Bolsa, en el partido de San Pedro. La misma está ubicada en un camino rural y fue perdiendo estudiantes hasta quedar sin alumnos, a medida que pasaron los años y la zona quedó sin pobladores debido a la falta de trabajo y la inseguridad. Para evitar el cierre del edificio, la Jefatura Distrital de Educación, que conduce Marcela Lucchesi, propuso inventar la figura de "cuidadores". Pero lo insólito es que llevaron allí a vivir a una familia que cuenta con una extensa trayectoria como "usurpadores" de terrenos, tanto en la provincia de Buenos Aires como en Entre Ríos. Ahora, dos de sus hijos que están en edad escolar son los únicos alumnos del establecimiento, que debe permanecer abierto para que los docentes sigan cobrando el jugoso plus por ruralidad.

PARA "SALVAR" LA ESCUELA METIERON DE FORMA ILEGAL A UNA FAMILIA "OKUPA"

Frente al serio riesgo del cierre de la escuela, las autoridades tuvieron una curiosa idea. Tras conseguir la aprobación de la coordinación del Consejo Provincial de Educación y Trabajo, y la Secretaría de Seguridad, los integrantes de la cúpula educativa “repatriaron” a esta familia desde Entre Ríos, donde habían viajado para participar en una toma de terrenos. El objetivo era que oficien de caseros y que sus hijos se conviertan en alumnos para que el establecimiento continúe abierto. Según pudo corroborar LaNoticia1.com, tiempo atrás ya habían participado de diversas situaciones de usurpación, entre ellas la toma del predio conocido como “callejón Pascual” que fue desalojado, otra usurpación en la localidad de Ingeniero Moneta y más tarde de una nueva apropiación ilegal en la zona de Santa Lucía.

El objetivo era uno solo: Lograr que la escuela siga abierta para que su personal no sea reubicado en otros establecimientos. Pero sobre todo, para que los docentes puedan seguir cobrando el 120% de sobresueldo por ruralidad. A la familia “okupa” la fueron a buscar a Entre Ríos con un móvil de Inspección de la municipalidad y parecía que con eso el problema estaba resuelto. Sin embargo, aún faltaba resolver dónde viviría esta gente. Como la casa lindera que solían utilizar los caseros se encuentra en pésimas condiciones y su arreglo está presupuestado en más 1.200.000 de pesos, las autoridades tomaron otra medida llamativa. Le permitieron a la familia con múltiples antecedentes por usurpaciones que tomen un aula para que puedan instalarse. Y en este aspecto, LaNoticia1.com también comprobó otra situación insólita.

¿QUÉ DIRÍA BARADEL?: DUERMEN EN UN AULA JUNTO A UNA GARRAFA

María Macchi, la ex “okupa” devenida en casera, mostró ante las cámaras de LaNoticia1.com las condiciones en las que vive junto a sus cuatro hijos. Dentro del aula donde duermen se observan colchones viejos, frazadas agujereadas, paredes con humedad y un techo con riesgo de desplome. Lo más grave es el peligro al que se exponen al convivir con una gigantesca garrafa, pese al antecedente fatal de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, quienes en 2018 murieron tras una explosión en la escuela 49 de Moreno, un hecho que fue bandera del sindicato Suteba durante la gestión de María Eugenia Vidal. Ante nuestros micrófonos y en un marco de absoluta irregularidad, la mujer reveló que por vivir allí no perciben ninguna remuneración y que el único beneficio que tienen a cambio de permanecer en el colegio es “tener un techo para dormir” y que sus hijos “vayan a clase”.  

La mujer contó que solamente dos de sus cuatro hijos van a las clases que se dictan en el aula contigua a la que se apropiaron para vivir: una nena de 7 años y un nene de 10, quienes son los únicos alumnos del colegio. Como solamente es escuela primaria, sus otras hijas de 5 y 14 años “no hacen nada en todo el día”. “A veces salen a jugar a las hamacas, pero no pueden estar mucho tiempo en el parque porque hay víboras”, advierte María, quien espera un bebé y al mismo tiempo, reveló que su hija mayor también está embarazada. Precisamente es por este motivo que Macchi admite en LaNoticia1.com su deseo de abandonar ese lugar donde se siente “presa”. “Como las dos esperamos familia necesitamos ir al médico. Y estando acá estamos muy lejos. El otro día se golpeó mi nene y no tengo como llevarlo al hospital. Para esto prefiero vivir en una casilla o en un rancho”, admitió preocupada.

"ESTO ES UN DESASTRE, NOS QUEREMOS IR DE ACÁ"

En conversación con LaNoticia1.com, María dejó expuesta otra situación insólita. Contó que pese a que la presencia de su familia posibilita que los docentes continúen trabajando, no tiene diálogo con la responsable del colegio. “La directora es de apellido Álvarez y no me habla, ni siquiera me saluda. Las maestras no quieren que nos vayamos porque quieren seguir dando clase y cobrando el sueldo. Pero la verdad es que esto es un desastre. La escuela es una mugre. Y a nosotros no nos ayudan en nada. Mis hijos de 7 y 10 años tienen clases porque esto es una escuela primaria. Pero al no haber jardín ni secundaria mis hijas de 5 y 14 que no hacen nada todo el día. Y tampoco les dejan tareas. Yo quiero irme de acá. Quiero que me regalen unas chapas así me puedo armar el rancho en la localidad de Monetta, donde tengo amigos con moto que nos pueden ayudar. Ya estamos acostumbrados a vivir así, en una casilla”.

Mientras la mujer reiteraba su reclamo para abandonar el lugar, contextualiza la situación que atraviesa la familia: “La decisión mía es la de irme. Yo me quiero ir de acá. Dormimos en un aula donde tenemos una cocina y una garrafa. Los chicos de noche no pueden dormir. Las frazadas tienen agujeros, nos morimos de frío. Yo me quiero ir de acá porque no tengo la comodidad que necesito para mis hijos”. La mujer además reveló que el único ingreso económico que tiene la familia son los subsidios que perciben por parte de Nación, correspondientes a la asignación universal por hijo. “Solemos comer lo que nos acercan nuestros amigos y conocidos. A veces compro comida con lo que puedo, con lo que cobramos de la asignación. Cuando voy a comprar mercadería tengo que ir hasta el centro de San Pedro porque por acá no hay nada", describió la mujer, que para esos casos recorre los 41 kilómetros que hay hasta el centro de San Pedro en un remis que paga con plata de la Comuna que le pasa el delegado municipal. 

LAS AUTORIDADES EDUCATIVAS SE LAVAN LAS MANOS

En medio de una disyuntiva tramposa, las autoridades defendieron la movida improvisada para que el colegio continúe abierto. "Hay que pensar que si no aparecía esta familia, que tiene chicos en edad escolar, esa escuela se cerraba”, confiaron a LaNoticia1.com fuentes cercanas al proceso que derivó en el desembarco de estas personas en la institución. Y en ese sentido, argumentaron: "Escuela que cierra, no abre más". Según pudo saber este portal, el procedimiento correcto para que la familia pueda vivir en la escuela tendría que haber sido el siguiente: Debían presentar una serie de documentación dirigida a la directora, y con la aprobación de la Dirección de Inspección, se deriva al Consejo Escolar que, a su vez, lo eleva al Ministerio de Educación en La Plata -a cargo de Alberto Sileoni-, donde se inicia un expediente.

“En este caso, nada de eso ocurrió. Desde la Jefatura Distrital nos informaron al Consejo Escolar que había una familia viviendo en la Escuela N°32, ya con ellos metidos ahí dentro”, argumentó la consejera escolar Cecilia Macchia, al ser consultada por este medio. “La mayoría de los consejeros escolares nos enteramos de esa manera”, insistió la funcionaria al ensayar una suerte de defensa, pese a reconocer que por el hecho no radicó ninguna denuncia. Aunque hace casi un mes que LaNoticia1.com publicó la nota alertando por esta circunstancia anormal e ilícita, desde el Consejo Escolar confirmaron que no tomaron ninguna medida. “Lo que hicimos fue pedirle a la jefa Distrital de Educación, Marcela Lucchesi, y a la Inspectora, Paola Heredia, que revean el tema”, atinó a justificarse la consejera consultada por este medio.

LA CONCEJAL MAESTRA QUE VA UNA VEZ POR SEMANA Y COBRA DOS SUELDOS

Pero la cosa no termina allí. Por si fuera poco, otro inusitado suceso transcurre en torno a esta historia. LaNoticia1.com también pudo comprobar que dentro del plantel docente que trabaja en esa escuela y cobra el sobresueldo de 120% de ruralidad es una concejal de San Pedro. Se trata de Vanina Cappelletti, quien también es profesora de Educación Física y que además de cobrar su dieta como concejal (cercana a los 150 mil pesos), percibe otro salario por dictar clases de educación física. Según pudo saber este medio, la edil concurre una vez a la semana a la escuela para brindar las clases de gimnasia a los dos únicos alumnos que tiene el establecimiento. Esta coyuntura despertó un debate interno en el que muchos se preguntan: ¿Está bien que justamente una concejal sea profesora en esa escuela, a sabiendas de que inventaron estudiantes para que permanezca abierta y los docentes puedan seguir cobrando?

No obstante, esta no es la primera polémica en la que quedó envuelta. En las elecciones del 2021, Cappeletti había alcanzado una banca apoyada por la UCR. Sin embargo, el mismo día del acto de jura anunció su traspaso a las filas del PRO. Esto desencadenó la furia de varios militantes radicales que durante la ceremonia la increparon y le gritaron "cachivache" y "traidora". Como consecuencia de esto, Cappeletti denunció el hecho en la Comisaría local de San Pedro por sentirse "vulnerada por ser mujer" e hizo de la situación una cuestión de "género". Además, la semana pasada protagonizó un papelón al presentar un proyecto de ordenanza relacionado a la “ficha limpia” que fue copiado de otro municipio. De hecho, en el texto de la misma se refiere a la Comuna de San Pedro como la “municipalidad de Salto.

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Foto: LaNoticia1.com