Elecciones en la Provincia de Buenos Aires. Kicillof y Milei polarizan el debate pero el clima electoral no despega
A menos de un mes de las elecciones del 7 de septiembre, no hay clima electoral en las calles. La campaña sigue fría: pocas pancartas, escasa presencia en la vía pública, actos tardíos y un electorado desconectado, marcan el pulso de un clima electoral que no despega. Mientras el presidente Javier Milei y el gobernador Axel Kicillof nacionalizan la disputa, muchos bonaerenses ni siquiera saben que se vota.
A menos de un mes para las elecciones provinciales, la campaña en la Provincia de Buenos Aires parece no haber arrancado. El jueves 14 de agosto se presentaron las boletas que los bonaerenses verán en las urnas el próximo 7 de septiembre, pero aún no fueron oficializadas y en la calle, el clima electoral es prácticamente inexistente.
No hay pancartas en las esquinas, ni cartelería que recuerde la fecha, ni las clásicas mesitas en la que las fuerzas partidarias informan sobre sus propuestas y candidatos. En La Plata, capital provincial y uno de los distritos que más acompaña al gobernador Axel Kicillof, la postal de la “campaña invisible” se replica: ni rastro de propaganda en vía pública. Un contraste que llama la atención, sobre todo en un año en el que la provincia decidió por primera vez desdoblar sus comicios legislativos de los nacionales.
La paradoja es que, aunque el calendario provincial se corrió, la campaña terminó nacionalizándose. Javier Milei y Axel Kicillof no solo recorren la provincia respaldando a sus candidatos, sino que se enfrentan en un duelo discursivo permanente, donde la obra pública se transformó en un símbolo del contraste entre ambos modelos. Milei se presenta como el presidente de la motosierra, que ajusta y le dice “no” a la obra pública. Kicillof, por el contrario, la reivindica y la usa como bandera para mostrarse como “el escudo” frente al gobierno nacional.

Milei vs. Kicillof: la campaña que se juega en los actos
El jueves 14 de agosto fue una muestra clara de esa pulseada. Mientras La Libertad Avanza realizaba en el estadio Atenas de La Plata su acto de lanzamiento de campaña provincial Milei presentaba a los candidatos de las ocho secciones electorales y dedicaba casi la mitad de su discurso al gobernador bonaerense. Su mensaje fue directo: “Kirchnerismo nunca más”. Kicillof, en simultáneo, se mostraba con el intendente platense Julio Alak inaugurando el ensanche y pavimentación de diagonal 74, una obra que busca agilizar el acceso y egreso a la capital bonaerense.

Ese mismo día, el gobernador encabezó también la inauguración del nuevo cuartel de Bomberos Voluntarios “Sargento 1° Cirilo Pergolesi” en Punta Lara, junto a la vicegobernadora Verónica Magario —primera candidata por la Tercera Sección— y el intendente de Ensenada, Mario Secco. Estuvieron presentes el ministro de Seguridad, Javier Alonso, el intendente de Almirante Brown, Mariano Cascallares, y referentes locales. Los actos tuvieron un claro tono de gestión, pero también de campaña: un intento de marcar presencia en el territorio y exhibir resultados.

El lunes 11 de agosto, Kicillof había reunido al Movimiento Derecho al Futuro (MDF), y llamó a “defender derechos y la democracia ante el avance de las políticas de derecha”. En ese marco, apuntó contra la Casa Rosada: “Esa motosierra que Milei prometía que iba a utilizar contra la casta, la está usando para destruir la producción y los ingresos de los trabajadores, de los jubilados y de los emprendedores. Pueden intentar ahogarnos financieramente, pero no podrán cambiar nuestra decisión de actuar como un escudo y una red al servicio del pueblo bonaerense”.
Campaña electoral en la Provincia: ¿La ves o no la ves?
Pero la campaña no parece estar llegando a todos. En la calle, la percepción es que una gran parte de la ciudadanía ni siquiera está al tanto de que el 7 de septiembre habrá elecciones provinciales. Algunos creen que se trata de unas PASO, otros directamente desconocen que deben ir a votar. En provincias donde ya se celebraron elecciones legislativas este año, la participación fue baja, un dato que preocupa a los equipos de campaña y que podría repetirse en territorio bonaerense.
Kicillof, que no es candidato pero juega fuerte para sostener el territorio, se mueve con una agenda mixta: actividades de gestión durante la semana y actos políticos los fines de semana y feriados. En los últimos días buscó reforzar la campaña en el conurbano, donde se concentra el mayor caudal de votos. Pero incluso en distritos históricamente movilizados, el termómetro electoral está bajo. Las recorridas son puntuales y de bajo perfil, y la comunicación en redes sociales reemplaza buena parte de lo que antes se hacía con presencia física en la calle.
La combinación de actos tardíos, escasa visibilidad y una agenda política polarizada entre Nación y Provincia hace que esta campaña se viva, por ahora, como una disputa de micrófonos más que como un movimiento en las calles. Falta ver si, en las semanas que restan, los candidatos logran encender un clima electoral que todavía parece apagado, o si el 7 de septiembre los bonaerenses llegarán a las urnas en medio de la desinformación y la apatía.
Para comentar, debés estar registradoPor favor, iniciá sesión