Es productora tambera en Casares y se mete en política por primera vez: "Me impresiona cómo se ha roto el valor de la palabra"
La productora Andrea Passerini es candidata a senadora provincial por la cuarta sección del frente "Potencia". Invierte y pone todas sus fuerzas en el campo y en el tambo. Es Coordinadora de las Comisiones de Lechería de Carbap y CRA y ahora da el salto del gremialismo rural a la política. Se define "una candidata rara".
Por Walter Albarracín
Andrea Passerini, vecina de Carlos Casares, empresaria y productora tambera y activista rural, se presenta por primera vez como candidata a senadora provincial por el flamante espacio “Potencia”, liderado por María Eugenia Talerico, una alianza del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), Partido Demócrata y UNIR.
Mientras lamenta un invierno “muy complicado” con lluvias y otra inundación en su campo "La Arboleda", antes de iniciar su conversación con LANOTICIA1.COM, vaticina que “va a ser larguísimo este año”. "Y ahora, te metiste en política", pregunta este entrevistador. “¿Sabes qué pasa? Yo hace rato que vengo peleando, desde Carbap y desde mi propia trinchera, porque yo le gané tres juicios al municipio solita con mi alma. En definitiva, encontré un espacio afín a lo que yo pienso y que me deja además ser yo misma, porque a mí, si me venís a decir ‘esto, no lo digas’, yo me voy a mi casa y lo digo por las redes igual. Entonces, la verdad es que es pelear por lo mismo, pero desde otro lugar”, comentó.
Passerini es Licenciada en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, aunque quería estudiar la carrera de Letras. Pasaba veranos y fines de semana en el campo, aunque vivía en Buenos Aires. Incursionó en el tambo por herencia de su padre y se convirtió en Coordinadora de la Comisión de Lechería de CARBAP (Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa) y CRA (Confederaciones Rurales Argentinas).
Ganó tres juicios a la municipalidad de Carlos Casares por el cobro indebido de tasas sin la contraprestación del servicio correspondiente. “No podés dejar de pagar, vos pagás bajo protesto mientras no te brindan el servicio acorde y después tenés que ir a litigar a la justicia para que demuestre que no te brindan el servicio. Es muy tramposo”, cuestionó. Tiene como hobby ser poetisa, publicó un libro y tiene el proyecto de publicar otro que ahora postergó por su candidatura.
A continuación, la entrevista completa:
- ¿Cómo estás viendo esta campaña ahora con esta incursión en política que has hecho? ¿Encontraste un espacio donde, decís, te sentís identificada?
Hasta ahora había estado haciendo política gremial agropecuaria desde Carbap, en mi caso, desde la sociedad rural de Casares. Ahora pedí licencia, pero he sido durante muchos años delegada ante Carbap. Uno ahí encontró su espacio para defender la ruralidad abandonada, el federalismo roto, los productores, sobre todo los que han ido desapareciendo porque tienen menos espalda, porque solo alquilan, o porque son más chicos. Y en ese marco, de la pandemia para acá, por darle un corte temporal, hemos venido presenciando un proceso de fragmentación política, de absoluta desilusión ciudadana en relación a los distintos espacios políticos que venían desde principios de siglo a nivel provincial, a nivel legislativo provincial y nacional, etcétera. Y yo creo que lo que pasó con Milei es, en parte, un emergente de toda esa crisis de representatividad, por decirlo de alguna manera.
A partir de ahí, me animé a participar de un espacio nuevo, que se llama Potencia. María Eugenia Talerico, que es la que lidera el espacio, me vino a ver a mi tambo en enero, en el verano, que, dicho sea de paso, es la primera persona que se dedica a la política que me fue a golpear la tranquera al tambo. Que parece una pavada, pero no es ninguna pavada. En general, los políticos de mi propio distrito, que es Carlos Casares, nunca venían a ver qué hacemos ahí adentro, con las 12 familias que viven en el campo. Y a partir de ahí, quedamos en contacto. Ahora soy candidata a senadora provincial por la cuarta sección electoral, que son 19 distritos, es todo el oeste y parte del noroeste de la Provincia de Buenos Aires, donde está todo muy atravesado por el campo.
Yo soy escritora, ahora escribo poesía y a mí me impresiona mucho cómo se ha roto el valor de la palabra, entre todo lo que se ha roto ¿no? Hay una disociación muy grande entre lo que se dice y la realidad, y eso a mí me impresiona mucho. Yo escuchaba el otro día en la inauguración de la expo de Palermo a Javier Milei, y decía: ‘este es un discurso de una persona que acaba de asumir’. Hablando de la casta y de un montón de cosas, como si el armado de la provincia de Buenos Aires no fuera un entramado de personas que vienen recicladas de otros espacios políticos, sobre todo, en muchos casos del kirchnerismo, pero también de otros espacios. Gente que además vive de de los impuestos de los ciudadanos.
En la cuarta sesión electoral compito con dos intendentes en ejercicio que están en este espacio que se llama Somos Buenos Aires, que le llaman el centro, pero la verdad es que es muy generoso llamarlo el centro, porque uno mira lo que hay adentro y no entiende mucho cómo se amalgaman esas piezas.
En el caso del intendente de Junín (Pablo Petrecca) es primer candidato a a senador provincial por la cuarta sección electoral, en su tercer mandato. O sea la gente lo votó por cuatro años, él se quiere ir al senado ahora y hace campaña con los fondos públicos y lo mismo el intendente de Chivilcoy (Guillermo Britos).
Después, en el caso de Fuerza Patria, es el presidente del Concejo Deliberante de Pehuajó, donde gobierna el Intendente (Pablo) Zurro, y por último el espacio de la Alianza La Libertad Avanza -que de alianza tiene poco-, hay un primer candidato (Cabezas) que no es de la cuarta sección electoral, es de Capitán Sarmiento y es funcionario de la jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación.
O sea, yo compito contra esa gente. La mitad de los candidatos a diputados provinciales son todos empleados del estado (PAMI, Anses). Entonces, ¿de qué me hablan? Ahí voy otra vez con el tema de la palabra rota. ¿De qué me hablan cuando me quieren venir a vender ‘un producto nuevo, novedoso’?
Yo soy una candidata rara porque soy una ciudadana, contribuyente, que está con el teléfono en la oreja mientras no está en el campo a ver de qué nos disfrazamos para seguir produciendo. Yo no quiero dejar de vivir de lo mío. Se ha naturalizado que uno compite porque quiere estar en otro lado diferente al que está ahora y la verdad es que yo quisiera seguir produciendo leche el resto de mi vida si pudiera. En parte, eso explica por qué me animé en esta oportunidad.
Hay mucha gente, en Junín, Chivilcoy y Chacabuco, muy triste y desencantada, que intentó, con la necesidad de de contribuir a algo nuevo en el 2023, hacer política con La Libertad Avanza y han sido muy destratados y están muy desilusionados y se acercaron a nosotros a ver si acá éramos gente más o menos normal. Claro que la macroeconomía, que no puede haber déficit fiscal, que no puede haber inflación, todo eso creo que es indiscutible. El tema es después de ahí, ¿qué?
- Ustedes están hoy en un espacio que está, por decir, es una posición complicada, porque es la oposición al Gobierno Nacional y también al bonaerense, y tienen que buscar instalarse. He escuchado entrevistas tuyas del valor de la institucionalidad. ¿Qué opinión te merece el anuncio de las retenciones que se han reducido?
Cuando a mí me dicen, ustedes también son un espacio del medio. Digo que no, definamos qué es medio, ¿no? El sistema de gobierno que pregona e instaura la Constitución Nacional, el federalismo, que hay que hablar de dos niveles de federalismo: el federalismo del gobierno federal central hacia las provincias, pero también el federalismo del gobierno central de la provincia hacia el interior de la provincia de Buenos Aires. Ahí es donde, en el último eslabón, estamos los que producimos en los municipios. A nosotros no nos llega nada el federalismo y eso está muy vinculado a qué es la institucionalidad. Porque parece una abstracción o una entelequia, pero son reglas de juego claras, sistemas de premios y castigos.
La ley de leyes que es la Constitución Nacional apunta a eso, después el entramado normativo baja hasta los municipios, y ahí va enganchado el tema de los derechos de exportación que debiera fijarlo el Congreso de la Nación. El Poder Ejecutivo de turno, como lo acabamos de ver, sube y baja esos derechos de exportación dependiendo de ciertos factores que no te dan para nada previsibilidad, que tiene que ver con las reglas de juego estables.
Cuando hablamos de institucionalidad, estamos hablando de ese tipo de cuestiones, del sistema de premios y castigos, de cómo y por qué vos recaudás tasas municipales, impuestos provinciales, y los derechos de exportación que vienen chupándole recursos desde el principio del siglo al interior productivo, y resulta que tampoco los grandes conurbanos o las ciudades han mejorado. Nos hemos empobrecido todos, esa es la realidad. Entonces, parece que hay que barajar y dar de vuelta, y Potencia quiere ir al origen. Bueno, ¿de qué estamos hablando? ¿Qué es republicanismo? ¿Qué es federalismo? ¿Qué es esto de la democracia representativa, republicana y federal? Bueno, son las reglas de juego de la madre de todas las leyes, que es la Constitución Nacional, y yo no escucho mucha gente que hable de reglas de juego, de previsibilidad, de institucionalidad.
También está todo el funcionamiento, y eso yo lo vi en carne propia, de la justicia federal, pero también de la justicia de la Provincia de Buenos Aires, donde un ciudadano que siente que sus derechos han sido vulnerados, como en mi caso. Por el servicio del mantenimiento y la mejora y el arreglo de los caminos rurales me cobraban tasas, me siguen cobrando tasas y tasas y no me arreglan nada. Gané un juicio y yo tuve años para eso, porque es una trampa cómo funciona la justicia bonaerense en particular y de Argentina en general. La gente dice: ‘¿Para qué? Si total, la justicia nunca llega’. Eso también es institucionalidad.
- Mencionaste, que ganaste juicios a Casares, por las tasas de seguridad y higiene y la de los caminos, ¿no?
Sí, tres. Yo tengo un tambo a 30 kilómetros de la Ruta 5 hacia el sur, hacia el lado de Bolívar, donde en el tambo yo tengo grupos electrógenos, porque la luz se corta cada rato.
En cuanto a los caminos, hay un video mío colgado desde abril que hicimos una manifestación en la plaza de Carlos Casares diciendo: ‘por favor, señores, esto se desmadra, hagan algo antes de que llegue el invierno, pues aquí estamos en medio del invierno, abajo del agua’.
Yo gané tres juicios, el de los caminos rurales, el de higiene y seguridad, que me cobran, todavía me siguen cobrando, por ordeñar en el medio del campo. Decime qué servicio de higiene y qué servicio de seguridad me brinda quién, me lo brindo yo sola.
Por último había una tasa de iluminación municipal como porcentaje de la factura de electricidad que me cobraban por ordeñar en el medio del campo. El último impuesto lo sacaron porque había una empresa privada involucrada. Los otros dos me lo siguen cobrando y no siguen brindando el servicio acorde.
Con lo cual, lamentablemente, como la justicia en Argentina es primero pague y después litigue, o primero pague y después quéjese, si vos dejás de pagar tenés un problema que te terminan incluso hasta embargando en campo. Entonces vos no podés dejar de pagar, vos pagás bajo protesto mientras no te brindan el servicio acorde y después tenés que ir a litigar a la justicia para que demuestre que no te brindan el servicio. Es muy tramposo. Pero bueno, yo fui por esa vía. Y más que nada era sentar un precedente y decir, 'muchachos: acá no hay justicia’.
En gran parte esto que te cuento explica por qué yo hoy estoy tratando de pelearla en el buen sentido en este otro lugar, ¿no? Porque todo lo que hice hasta ahora, desde los lugares que estuve, no sirvió para cambiar las cosas.
- El año pasado hablé con Ignacio Kovarsky, titular de la CARBAP, cuando asumió y me había dado un dato que me quedó, y es que en la actividad de lechería no hay crecimiento y se sigue produciendo lo mismo que en los años noventa. Siempre hay un problema de cuánto le pagan a los productores, ¿no?
La lechería es todo un mundo aparte, que es complejo de explicar. La realidad es que en Argentina se sigue produciendo más o menos la misma cantidad de litros, con muchos menos tambos y mucho menos vacas. Porque hay un fenómeno de concentración en menor cantidad de unidades productivas, por la expulsión de, o los que no tienen sucesión generacional o, en general, los que cuelgan la toalla porque es muy difícil seguir.
Además, es muy difícil tener un equipo de gente en el campo con estas condiciones. Uno genera dentro del campo todas las condiciones, grupos electrógenos, pero después vos no puedes hacer 30, 40 kilómetros de camino. Con lo cual la gente cada vez quiere ir menos a trabajar en el campo.
Además hay un tema de abuso de posición dominante y eso tiene que ver otra vez con la institucionalidad, con las reglas de juego que rigen adentro de la cadena lechera. Nosotros entregamos la leche todos los días porque no podemos acopiar leche en silobolsas, entre otras cosas, la tenemos que enfriar y tiene que entrar el camión a buscarla todos los días, sin saber exactamente qué precio nos van a pagar. Y nos define el precio a nuestro comprador cuando ya tenemos 30, 40 días de leche entregados. Además financieramente tener tu producción de 30, 40 días, que es muchísimo dinero en manos de otro, también te quita. O sea tu capital de trabajo lo tiene otro y paralelamente vos tenés que salir a conseguir crédito para sembrar maíz y hacer el silo de maíz.
Otro tema muy importante que es una frase que yo me fabriqué para que la gente entendiera es que la vaca come dólares y le ordeñamos pesos. En un país donde el dólar es siempre un tema, ¿por qué come dólares la vaca? Porque come maíz y soja, adentro del alimento balanceado que come la vaca que uno compra afuera, hay soja, maíz, trigo, pero a la vez uno siembra trigo y hace silo de maíz, que es la principal reserva. Todo eso lleva herbicidas, fertilizantes, todo eso es dólar. Cuando ordeñamos, pues nos pagan en pesos y así como te cuento que nos pagan. Eso es muy importante para entender este proceso de concentración de cada vez menor cantidad de tambos.
También hay un tema de productividad. Hoy una vaca, si uno hace las cosas bien, en promedio en el país puede estar produciendo 22, 23 litros por vaca, en mi caso trato de producir de 30 para arriba y hace unos pocos años la vaca producía 18 litros. Por eso se mantiene, por la tecnología y porque un tambo de mayor escala, puede hacer una ingeniería de alimentación y de genética para que la vaca te produzca más. Eso explica por qué los mismos litros y por qué menos vacas y menos tambos.
Otra faceta: Poetisa
Tiene un libro publicado “Búsqueda sonora” y otro -ahora- postergado para su publicación. “Es algo que espero no perder nunca, poder escribir poesía es algo muy importante para mí”, reveló.
“Para mí es tan importante como decimos las cosas, y en la política se ha degradado la palabra. La palabra tiene que ver con la conciencia y la credibilidad, ¿quién le cree qué cosa a qué político hoy?”, señaló. “De chiquita escribí, mi mamá es profesora de castellano, literatura y latín, y tengo una pequeña cuenta en Instagram (@lapoetisatambera) donde subo mis poemas que cuando puedo los digo yo porque me gusta. También es una manera de hacer terapia con las palabras porque, sobre todo cuando uno tiene, como en este momento con la inundación, mucha congoja. Poder escribir a uno le resulta una especie de alivio”, sostuvo.
Perfil
Licenciada en Ciencias Políticas y Relaciones internacionales (UBA)
- Vive en Carlos Casares
- Productora agropecuaria, del rubro lechería, en “La Arboleda”
- Coordinadora de la Comisión de Lechería de CARBAP (Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa) y de CRA
- Poetisa (hobby)
- Primera incursión en política con la lista de “Potencia”, candidata a senadora provincial por la cuarta sección electoral.
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