Gimnasios bonaerenses: "El salón de spinning que tengo a la calle lo convertí en un bazar", afirmó dueño marplatense
"Este gimnasio necesita 300 clientes para pagar gastos y tenemos 15", expresó a LaNoticia1.com, Omar Merodio, dueño del gimnasio que lleva su apellido. La realidad de esta actividad comercial se encuentra atrapada entre los protocolos que reducen la capacidad y restringen la oferta de ejercicios, el miedo a la pandemia, los riesgos de contagios y los costos fijos de los establecimientos. "Se triplicó la venta de bicicletas en Mar del Plata. Va a costar mucho volver a traer la gente al gimnasio", señaló el propietario.
Por Ramiro Pablo Gómez
Tras siete meses de pandemia, los gimnasios de la Provincia sufren el párate económico y las restricciones que impone convivir con el COVID. LaNoticia1.com dialogó con Omar Merodio, dueño del establecimiento que lleva su nombre en la ciudad marplatense e integrante de la Cámara de Gimnasios y Natatorios. "En Argentina ya cerraron 1200 gimnasios y en Mar del Plata, 15", aseguró.
Su realidad es la de muchos gimnasios bonaerenses que ven imposibilitada su apertura por alta circulación viral en su municipio o retoman la actividad pero bajo protocolos que achican el margen de clientes y hacen al producto que ofrecen menos atractivo. Los gimnasios marplatenses abrieron hace una semana sin aval de Provincia pero con el guiño municipal.
Para la Provincia, los gimnasios pueden abrir si están en un municipio de fase 5. Sin embargo, Mar del Plata, Escobar y San Isidro se encuentran en fase 3 y con distintas modalidades, retomaron la actividad. Las comunas corresponden a intendentes de distintos signos políticos que incluyen al radical Posse, al jefe comunal del Frente de Todos, Ariel Sujarchuk y al dirigente de Cambiemos, Guillermo Montengro.
- ¿El municipio avaló esta apertura?
El Concejo Deliberante no aprobó la apertura pero junto con gastronómicos decidimos abrir. Ante la situación económica apremiante la municipalidad dijo que no podía impedir que abramos tras 7 meses sin trabajar siempre y cuando cumplamos los protocolos que nos impusieron que no son buenos para el negocio, ya que perdes plata, pero se empieza a mover.
- ¿Qué dice el protocolo que les pidieron?
El protocolo tiene una distancia física de 5 metros cuadrados, no se puede usar vestuarios, nada aeróbico, ni cinta, bicicleta, clases, deportes de contacto y eso hace que no tengamos afluencia de público. Ojala que lo lleven a 3 metros y pueda entrar mas gente o habiliten cintas y bicicleta. Con este protocolo pueden entrar 15 personas por turno. En la sala de pilates tenemos las camas divididas con nailon.
- ¿Cuántos clientes retomaron la actividad?
Desde que abrimos pagaron 15 personas nomas. Este gimnasio necesita 300 clientes para pagar los gastos. Nosotros teníamos 700/800 personas por mes.
- Entonces están trabajando con menos clientes que los necesarios y con una capacidad disponible reducida
Donde entraban 14 o 15 personas entran 4. Todos con barbijos y actividades de baja intensidad. Los turnos son de 45 minutos y si saca el pase libre le sale 2500 pesos la cuota. Entonces con estas limitaciones algunos prefieren caminar por la costa. El salón de spinning que tengo a la calle lo convertí en un bazar. Ahí tenia 24 bicicletas de última generación que las tuve que sacar.
- ¿A qué le atribuís tan poca gente?
A los problemas económicos, al miedo de la gente. Se triplicó la venta de bicicletas en Mar del Plata. Va a costar mucho volver a traer la gente al gimnasio. Acá trabajan 26 personas. Como integrante de la Cámara de Gimnasios y Natatorios me llegan mensajes de otros que vendieron el auto o las mancuernas para pagar gastos. En Argentina ya cerraron 1200 gimnasios y en Mar del Plata, 15.
- ¿Qué responsabilidad tiene el comerciante marplatense sobre la situación epidemiológica actual?
El comerciante de Mar del Plata hizo las cosas bien pero el lio estuvo afuera cuando permitieron el corredor "saludable" que salieron miles de personas a caminar y tomaban mate o cerveza. Las paradas de colectivos son un desastre, los supermercados también y ahí estuvo el problema marplatense.
- ¿El sector entiende que con esta situación epidemiológica no pueden funcionar de manera normal?
Si claro que lo entiendo pero no hacen bien las cosas. Por qué el supermercado está abierto con cientos de personas adentro, por qué las paradas están llenas de gente. Después del "corredor saludable" volvimos a la fase 3. Nosotros pagamos los platos rotos por las faltas de control o la gente que no respeta.
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