Gimnasios en rebeldía: Dos municipios bonaerenses los cerraron tras bajar a fase 4 y quieren abrir
Los propietarios argumentan problemas financieros y mientras en Tandil aseguran que "abren si o si" en Olavarría unas 100 personas marcharon al palacio municipal. El problema de la expansión del coronavirus choca con el dilema de la cuestión económica.
Por Ramiro Pablo Gómez
Se trata de dos municipios del interior de la Provincia que estaban en fase 5 y ante el aumento de casos retrocedieron a la 4 y entre otras actividades, suspendieron los gimnasios. Los trabajadores del rubro argumentan “que no resisten económicamente” y se definen como “agentes de salud”. El problema es el virus, el dilema es la economía.
Tandil en rebeldia y Olavarría con una manifestación importante
Desde Tandil dicen que el 1 de septiembre abren "sí o sí, con aval de provincia, o no" según declararon al medio local La Voz. Bajo el hashtag #somosagentedesalud se autoconsideraron como una “actividad esencial” y pretenden saltear las normas municipales y provinciales.
La situación de Olavarría es similar. Argumentan que invirtieron entre 20 y 30 mil pesos para cumplir con los protocolos de bioseguridad y tienen que cerrar tras 21 días de apertura. "Muchísima inversión para no poder laburar o recuperar el 10 %, es dolorosisimo", dijo un profesor de educación física a El Popular.
"Todos cumplimos a rajatabla ese protocolo, sumado a los biombos que tuvimos que construir. Y lo que más nos indigna es que ningún caso de los nuevos en toda la Fase 5 tuvieron relación con un gimnasio", afirmó el especialista. Este domingo, unas cien personas, marcharon al palacio municipal en modo de protesta.
Entre el problema y el dilema
Como afirmamos en una nota sobre las reuniones sociales, no hay problema sin solución. Ante la aparición del coronavirus (el problema) y la necesidad de parar su circulación se optó por el aislamiento de la población, la solución. Los dilemas, en principio, no tienen una solución. Pueden presentar opciones igualmente validas o invalidas.
En este caso, los gimnasios, son espacios cerrados y de contacto con los equipos de trabajo. Sumado a la actividad física y el aire expulsado en los ejercicios, no es el ámbito más seguro (si es que hay alguno) en una situación de escalada de casos de CODIV-19.
Es razonable que una actividad postergada sufra las consecuencias de este parate económico y plantee su problema. El argumento que "contagian salud" es igual a decir que el turismo "contagia esparcimiento", ambos ciertos, pero eso no implica que no sean actividades complejas en este contexto. En tanto, el dilema queda instalado en esta tensión entre lo posible, lo recomendable, lo riesgoso, lo saludable y lo necesario.
Otras actividades como el turismo, los salones de fiestas, los peloteros, los rubros culturales presenciales pueden estar encerrados en un dilema parecido. El municipio de Chivilcoy les entregó subsidios a gimnasios y teatros independientes que no resuelven su problema pero dilatan el dilema.
No es posible cerrar esta nota con una solución para estos casos. Si es necesario remarcar que los gimnasios funcionan en los distritos de fase 5, distinto es el caso de los otros rubros que no están en ninguna lista de permisos.
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