Máximo Kirchner pateó el tablero y dejó una certeza: Gobierna el Albertismo
La carta de Máximo Kirchner pone en discusión si el principio de acuerdo con el FMI es beneficioso para el futuro del país y marca una segunda grieta pública de una coalición de gobierno que expone visiones diferentes e ¿irreconciliables? entre el kirchnerismo y albertismo.
Por Ramiro Pablo Gómez
La renuncia a la presidencia del bloque del Frente de Todos en Diputados por parte de Máximo Kirchner marcó una segunda ruptura al interior de la coalición de gobierno que ganó las elecciones en 2019. La primera grieta visible fue la carta de la ex presidenta, Cristina Kirchner, tras las PASO donde cuestionó la política económica llevada por Alberto Fernández.
El Frente de Alberto
Cuando asumió el presidente algunos sectores opositores al gobierno lo catalogaban de “Albertítere” manejado obviamente por la vicepresidenta pero la carta post PASO de Cristina Kirchner dejó entrever una grieta interna en la conducción de gobierno. La decisión de Máximo Kirchner es el segundo capítulo público de las diferencias en el ¿Frente de Todos?
Qué dijo Máximo Kirchner en su carta:
“Esta decisión nace de no compartir la estrategia utilizada y mucho menos los resultados obtenidos en la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), llevada adelante exclusivamente por el gabinete económico y el grupo negociador que responde y cuenta con la absoluta confianza del Presidente de la Nación, a quien nunca dejé de decirle mi visión para no llegar a este resultado”
Claramente no comparte el principio de acuerdo con el FMI y no considera que el arreglo que deberá pasar por el Congreso era “la única alternativa posible”. En ese sentido, señaló con dureza al Fondo y dejó entrever que salió “impune” de un préstamo que violó los propios estatutos del organismo donde en su Artículo VI afirma que un país miembro "no puede utilizar los recursos generales del Fondo para hacer frente a una importante o sostenida salida de capitales".
Máximo Kirchner continuó: “Para algunos, señalar y proponer corregir los errores y abusos del FMI que nunca perjudican al Organismo y su burocracia, es una irresponsabilidad. Para mí lo irracional e inhumano, es no hacerlo”
En otro pasaje de la carta del hijo de la vicepresidenta expuso a Fernández y Guzmán al contradecir que la negociación fue dura y provechosa para la Argentina como habían asegurado el presidente y el Ministro de Economía:
“Algunos se preguntaran qué opción ofrezco. En principio, llamar a las cosas por su nombre: no hablar de una dura negociación cuando no lo fue, y mucho menos hablar de “beneficios”. La realidad es dura”.
Por último, aseguró que los legisladores que responden a la visión K del gobierno no fueron escuchados en la postura de esta negociación: “Ningún Diputado ni Diputada de nuestro bloque recibió una instrucción para expresarse en contra de la imposición del Fondo”.
Coaliciones de gobierno
Una coalición de gobierno supone diferencias ya que es la unión de visiones distintas con un horizonte que tendrían en común.
Cuando Juntos por el Cambio fue gobierno también expuso diferencias al interior de su frente entre los que querían un ajuste de shock y los gradualistas, entre el ala dura y la moderada. Desde aquel momento se dividió a los protagonistas entre halcones y palomas. Siendo oposición también muestran diferencias entre los radicales que quieren otro protagonismo y la interna del PRO de cara al 2023.
Lo distinto de esta situación en el Frente de Todos es que hubo una renuncia de un dirigente que representa una parte importante de la coalición de gobierno, el kirchnerismo. Eso pone en duda el protagonismo de ese amplio sector en las decisiones de gobierno y el apoyo de un electorado que votó a Alberto Fernández porque Cristina Kirchner lo señaló.
Lo que queda en duda tras la exposición pública de otra grieta es si el Frente de Todos ya no lo es más y se rompe en sus decisiones internas hacia el Albertismo o es solo un debate acalorado de miradas distintas aceptado por los dirigentes que componen la coalición.
De fondo, lo que se discute es qué arregló Alberto Fernández con el FMI. Según el presidente era la única salida posible y un alivio para nuestro país y de acuerdo a Máximo Kirchner se comprometó el futuro nacional.
Con respecto al principio de acuerdo con el FMI quedan muchas preguntas sin responder. ¿Cuándo y cómo se pagará la deuda? Si no hay condicionamientos ¿Para qué viene el Fondo cada tres meses? ¿Se pateó la deuda dos años especulando con un posible crecimiento? ¿Cuáles son los números del principio de acuerdo? Cuando el acuerdo se discuta en el Congreso quizas podamos responder algunos interrogantes.
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