Los duros testimonios de las cocineras de comedores comunitarios del conurbano bonaerense que reclaman alimentos
"Me duele salir a la vereda y mirar a una fila de pibes y no poder brindarle una taza de leche", dijo una de las mujeres que está al frente de un comedor que desde diciembre no recibe asistencia del Gobierno nacional. La dramática situación que atraviesan en distintos distritos del Gran Buenos Aires.
Cocineras y coordinadoras de comedores comunitarios de diferentes organizaciones sociales se unieron en una "jornada nacional de protesta" bajo el lema "Cocineras contra el hambre". Este movimiento busca llamar la atención del gobierno para exigir asistencia alimentaria urgente para los comedores y merenderos comunitarios en todo el país.
La protesta se llevó a cabo frente al edificio del exministerio de Desarrollo Social, en la Capital Federal, así como en diversas delegaciones del interior del país. Las manifestantes, portando carteles y ollas vacías, expresaron su descontento con la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, y su urgente necesidad de ayuda alimentaria para poder seguir brindando sus servicios a la comunidad.
Carolina Manrique, delegada del Frente de Organizaciones en Lucha, explicó la crítica situación que enfrentan: "Desde el 10 de diciembre ningún comedor recibe siquiera un paquete de polenta, mientras que cada vez más familias se acercan a comer. Es una emergencia que millones de familias ya no puedan elegir cuántas veces al día pueden comer".

Las historias personales de las cocineras también reflejan el drama que están viviendo. Romel, quien dirige un comedor popular en Ezeiza, relató: "Estamos padeciendo desde diciembre que no nos dan alimentos. Estamos haciendo alguna otra actividad para poder sostener el comedor, porque la verdad que es una tristeza poder cortar las sonrisas a los niños que vienen y nos esperan a nosotros. Somos como su segunda casa, su segunda familia".
Otra mujer a cargo de un comedor en Florencio Varela agregó: "Es triste no poder darle nada a quienes no tienen para comer. No hay para darles un té, un mate cocido, una leche, ni siquiera un plato de comida garantizado una vez al día. Lamentablemente ya la plata que nos giran no alcanza. Se cerraron todos los comedores, se nuclearon uno, los comedores están comiendo 150 chicos y familias, discapacitados, ancianos”.

Y una más, al frente de un comedor de la localidad de Guernica, insistió: “A los chicos les sacaron el derecho de comer. Solamente están comiendo un almuerzo. Se van a dormir con la panza vacía. Eso no tiene que pasar". "Los niños están pidiendo comida. Estamos pidiendo comida”, agregó la mujer , quien se mostró acompañada por referentes de otros comedores del Gran Buenos Aires, como Esteban Echeverría, La Matanza y Almirante Brown, entre otros.
El relato más fuerte llegó por parte de una de las cocineras a cargo de un comedor en La Plata. "Me duele salir a la vereda y mirar a una fila de pibes y no poder brindarle una taza de leche. Eso es doloroso. Y eso no lo ve la ministra, Me duele en el alma, con todas mis compañeras como madre que soy. Y creo que toda la familia pasamos por lo mismo, en los barrios más populares no tenemos para comer, para darles a nuestros hijos. No damos más.
El reclamo es claro: las cocineras no solo exigen alimentos, sino también atención y sensibilidad por parte de las autoridades. Como dijo una de ellas: "Venimos a pedir para comer, no venimos a robar. Venimos a pedir alimentos para nuestros chicos". Ante esta situación crítica, las manifestantes aseguraron que continuarán alzando su voz en busca de respuestas por parte del Gobierno nacional.
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