Asumieron los diputados nacionales por la Provincia de Buenos Aires
El 3 de diciembre de 2009 será una fecha histórica para nuestro país. Una asunción de diputados con todos los condimentos.
Hay que remontarse a la figura de Carlos Pellegrini para encontrar en la historia de nuestro país un ex presidente que tome las funciones de Diputado Nacional. El cargo de senador suele ser el tradicional lugar que ocupan aquellos que han pasado por el sillón de Rivadavia y todavía les queda ganas, ansias de poder y/o reputación para seguir militando en política. Sin embargo luego de poco más de un siglo después la Cámara de Diputados recibió a un ex presidente en una de sus bancas, asumió Néstor Cárlos Kirchner.
La jornada fue tumultuosa desde el comienzo. En los alrededores del Congreso Nacional había más de tres cuadras de gente vitoreando por su líder político. Más allá de lo festivo que podía resultar en las afueras del congreso, dentro la estrategia política oficialista comenzaba a complicarse. Por primera vez en la era kirchnerista la oposición obtenía quórum sin la presencia oficialista. A pesar de esto los diferentes bloques opositores acordaron en esperar al oficialismo para realizar la jura de los diputados.
En grupo fueron pasando los diferentes diputados electos a jurar dentro del recinto. La primer tanda incluyó al ex presidente escoltado, entre otros, por Carlos Kunkel que renueva su cargo y que en ese momento de euforia no pudo evitar dibujar una V en el aire con los dedos de su mano derecha. A continuación fue el turno de los diputados electos por el Acuerdo Cívico y Social. Margarita Stolbizer, Ricardo Alfonsín y el representante del cobismo en la fórmula, Mario Barbieri juraron emotivamente desempeñar fielmente el cargo para el que fueron elegidos.
La jura no tuvo mayores sobresaltos, algunos griteríos más excesivos que de costumbre bajando de las galeras que dan al recinto y la inconfundible figura de Pinky tomando juramento. El problema comenzó cuando hubo que elegir al Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación. La tradición indica que la primera minoría es la que ostenta ese cargo ya que más allá de no ser muy decisivo su rol dentro de la Cámara influye directamente en la cadena de sucesión según la Ley de Acefalía. En fin, más allá de lo que tiene que ver con las estructuras, estaba todo acordado entre los diferentes sectores políticos sobre las autoridades de la Cámara cosa que se quebró a último momento porque, según cuentan legisladores opositores, el ex presidente decidió tirar del piolín a ver cuánto aguantaba. Y poco era la respuesta. La oposición había demostrado que ya tenía fuerza propia en el recinto y no iba a ceder a un capricho de último momento.
Luego de una discusión agitada y caliente se volvió al acuerdo original y se le otorgó la presidencia de la Cámara de Diputados al oficialismo, cargo que ostentará el diputado Eduardo Fellner; la vicepresidencia 1º quedó en manos de la UCR, lugar que ocupará el diputado Ricardo Alfonsín y la vicepresidencia 2º en manos de la diputada Fadder del Frente para la Victoria. A continuación se procedió a repartir las presidencias y vicepresidencias de las diferentes comisiones quedando 25 en manos de la oposición y 20 en manos del oficialismo. Siendo que en el número total de integrantes de las comisiones se registra, en absolutamente todas, una mayoría opositora.
En suma, la oposición ha dado comienzo a una nueva etapa en la era kirchnerista, una etapa que requerirá que los diferentes bloques opositores entrecrucen celulares y mantengan entre ellos una conversación fluída para lograr unificar criterios a la hora de enfrentar al oficialismo.