De la farmacia al Congreso: la varelense Fernanda Tokumoto dice que "hay que dejar de quejarse y empezar a participar"
Farmacéutica y nieta de japoneses, la candidata a diputada nacional lleva cuatro décadas atendiendo en Florencio Varela y ahora busca representar a los bonaerenses desde Liber.ar. Defiende el respeto y la honestidad como valores centrales y advierte: “Este gobierno no es liberal, es fascista”.
Fernanda María Tokumoto Eyler tiene un perfil poco usual en la arena política: con 64 años, y tras décadas dedicadas a la farmacia en Florencio Varela, decide por primera vez participar en una elección. Su carrera profesional la enfrenta día a día con las fallas del sistema sanitario, las dificultades para que los jubilados accedan a medicamentos esenciales, y con una inflación que no respeta calidad de vida. No llegó desde un pasado político: reivindica ese origen ciudadano como su motor. Cree que la política cotidiana muchas veces se queda en la queja, y que ha llegado el momento de comprometerse para transformar esas quejas en leyes, regulaciones y acciones concretas. Así, se presenta en estas elecciones como cabeza de lista para diputada nacional de Liber.ar, un espacio que combina principios liberales con reivindicaciones sociales como salud pública, transparencia del Estado y protección de los sectores más vulnerables.
–Fernanda, contanos quién sos y cómo llegaste a la política.
–Mi nombre es Fernanda Tokumoto, soy varelense y farmacéutica. Hace más de 40 años que trabajo de mi profesión y esta es la primera vez que participo en elecciones. Nunca había incursionado en política, pero sentí que tenía que dejar de protestar y empezar a trabajar. Llega un punto en el que te quejás de que las cosas no funcionan, de que cada día trabajás el doble para ganar lo mismo… y decidí que no podía quedarme solo en la queja. Hay que comprometerse y participar.
–¿De qué cosas te quejabas?
–De que los argentinos vivimos en un círculo vicioso. Cada tanto volvemos a la misma situación de inestabilidad, inflación, deflación, estancamiento. Tengo 64 años y ya lo viví muchas veces. Es lamentable ver cómo se repite la historia. En un país tan rico y con gente tan buena como la nuestra, no podemos seguir en el mismo lugar. Esta vez dije: hay que comprometerse.
–Representás al partido Liber.ar. ¿Qué los diferencia de otros espacios liberales?
–Somos un partido liberal, pero creemos que el Estado debe estar presente donde el mercado no funciona. Defendemos un Estado pequeño, eficaz, eficiente y, sobre todo, transparente. Los ciudadanos tienen que saber a dónde va el dinero de sus impuestos. El Estado debe intervenir en áreas como la salud, la discapacidad o las jubilaciones, porque nadie elige enfermarse, envejecer o tener una discapacidad.
Y creemos profundamente en la educación pública. Esa es una gran diferencia con otros partidos liberales. Apostamos al equilibrio fiscal, pero sin que eso sea a costa del trabajador, sino de los vivos de siempre, los que se benefician cada vez que el país se cae.
–Hablás mucho de salud. ¿Cómo ves la situación actual del sistema sanitario?
–Muy complicada. Se desmantelaron programas esenciales como el “Vivir Mejor”, que garantizaba precios accesibles para medicamentos de uso crónico. Hoy muchos jubilados no pueden pagar sus remedios. Algunos directamente dejan de tomarlos. Es terrible, porque estamos hablando de medicaciones que salvan vidas, como los antiagregantes plaquetarios para prevenir infartos o ACV.
Además, las prepagas aumentaron muchísimo y encima cobran copagos. La gente paga más y recibe menos. El Estado tiene que ordenar todo eso, porque la salud pública ya no da abasto con la demanda que genera este modelo.
–¿Creés que las políticas del actual gobierno afectan la imagen de los liberales?
–Sí, totalmente. Pero este gobierno no es liberal. Ellos se definen como libertarios, pero para mí son fascistas. Un presidente que dice “soy cruel y qué” no representa nuestras ideas. El liberalismo no es crueldad, es respeto, eficiencia y libertad con responsabilidad. Lamentablemente, lo que se prometió no se cumplió y la gente termina pagando los platos rotos.
–Liber.ar hace campaña “a pulmón”. ¿Cómo es eso?
–Literalmente sin un peso. No recibimos financiación del Estado ni de privados, porque creemos que los partidos no deberían depender de eso. Es una locura la cantidad de dinero que se gasta en campañas, afiches o boletas, cuando esa plata podría ir a hospitales o escuelas. Hoy existen las redes y los medios para llegar a la gente sin gastar fortunas.
–En ese contexto, ¿qué opinás de los aportes irregulares y la reimpresión de boletas que está en discusión?
–La reimpresión de boletas es un despropósito. Si Milei decide hacerlo, sería un capricho que le costaría a los argentinos quince mil millones de pesos. Es una locura. Nosotros jamás aceptaríamos fondos de origen dudoso, como esos miles de dólares que se mencionaron en el caso Espert. No se puede comprometer la independencia política con dinero.
–Si llegás al Congreso, ¿cuáles serían tus primeras iniciativas?
–Primero, una ley de emergencia de medicamentos para jubilados. No puede ser que haya abuelos que dejen de medicarse porque no llegan a fin de mes. Y también impulsaría una ley para reorganizar el transporte público. Los trabajadores pierden cuatro horas por día en viajes interminables, hacinados, con cancelaciones y sin frecuencia. Si queremos una Argentina productiva, tenemos que respetar el tiempo y la dignidad del trabajador.
–Sos descendiente de japoneses. ¿Qué rescatarías de tus raíces?
–Soy la tercera generación nacida en Argentina y amo profundamente este país. Pero me gustaría que adoptáramos algunas costumbres de mis ancestros: el respeto, la disciplina, la honestidad, la honorabilidad. Vivir con honor, eso me parece esencial. Si nos respetáramos entre todos, muchas de las cosas que hoy pasan no sucederían.
–¿Querés dejar un mensaje final a los votantes?
–Sí, quiero invitar a todos a votar el 26 de octubre. Que se acerquen, que participen, que no se queden en la queja. Y, si quieren acompañarnos, que voten la lista 318 de Liber.ar. Nos van a encontrar en la tercera casilla, de izquierda a derecha. Los invito también a seguirnos en redes para conocer nuestras propuestas.
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