El mapa del asado bonaerense: un viaje por las carnicerías de la Provincia para saber cuánto cuesta prender la parrilla
LANOTICIA1.COM recorrió la Provincia de punta a punta y encontró un mapa inquietante en torno al asado de costilla: el mismo corte puede ser una oportunidad o un lujo, según dónde toque hacer el fueguito.
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En la provincia de Buenos Aires el asado no es un corte: es un ritual. Puede ser domingo, feriado, cumpleaños, o simplemente ese mediodía en que el humo del vecino te recuerda que, en esta tierra, la carne es parte del paisaje. Pero hoy, poner una tira de costilla arriba de la parrilla tiene realidades muy distintas según la región.
Para entender esa geografía cambiante, LANOTICIA1.COM recorrió telefónicamente carnicerías de punta a punta de la Provincia. El resultado es un mapa lleno de contrastes, preocupaciones y algunas sorpresas: ciudades donde el precio se disparó, otras donde se mantiene estable, distritos costeros donde la temporada empuja todo hacia arriba y zonas ganaderas donde el asado sigue a “precio terrenal”.
Este es el viaje, región por región.
NORTE BONAERENSE: la antesala del litoral industrial
El recorrido comienza en San Nicolás, esa ciudad que combina chimeneas industriales, trabajadores metalúrgicos y un movimiento constante de tránsito hacia Rosario.
En la carnicería Todo al Fuego, sobre Rodríguez al 1230, el kilo de asado está $15.500. Un precio contenido para una zona donde conviven sectores de clase media trabajadora y un importante polo fabril. San Nicolás se posiciona como una de las puertas de entrada al “asado accesible” dentro del mapa provincial.
OESTE PROFUNDO: donde la ganadería todavía sostiene el bolsillo
Al avanzar hacia el Noroeste, el paisaje se abre en horizontes llanos, campo, molinos y rutas que parecen no terminar nunca. Allí aparece Trenque Lauquen, una ciudad que respira producción agropecuaria.
En Carnicería Cacho, Darío atiende mientras anota precios. El asado de costilla está $16.200, y desde su mostrador pinta una postal clara:
“Se sintió el aumento y se paró la venta. Estamos todos preocupados.”

Aun así, Trenque Lauquen sigue ofreciendo algunos de los valores más razonables de toda la Provincia. Y además, conserva un dato que habla del interior productivo: los cortes económicos siguen siendo realmente económicos. El osobuco, a $8.500, y la aguja, a $11.500, todavía pueden salvar un guiso para muchas familias.
Un poco más al centro aparece Olavarría, ciudad minera y metalúrgica por excelencia. En Carnicería Zulaica, el kilo está $16.500, y Miguel lo resume en una frase que se repite en toda la región:
“Aumentó y se paró la venta.”
A esa misma ruta productiva se suma Junín, una ciudad clave del Noroeste bonaerense y con fuerte tradición ganadera.
En Carnicería La Campestre, ubicada en Alberdi 189, el kilo de asado se ubica en $18.940, dentro de los valores medios de la región.
Las ciudades del centro y noroeste bonaerense muestran una realidad similar: precios más bajos que en el Conurbano, pero un bolsillo más ajustado.
EL CORAZÓN SERRANO: donde el asado todavía se defiende
Llegar a Tandil siempre es distinto. Entre sierras, salames, quesos y turismo, uno podría pensar que los precios se disparan. Sin embargo, la sorpresa es grande: en Porc Carnicerías, el kilo está $14.390, uno de los más bajos de toda la Provincia.
Desde el local explicaron:
“Los precios se están manteniendo. No hubo aumentos fuertes.”
Tandil queda, así, como la capital del asado accesible en esta recorrida. Una ciudad que combina producción local, cadenas de proveedores más cortas y una demanda estable que permite contener aumentos.

LA COSTA ATLÁNTICA: entre la temporada, el turismo y el bolsillo
El viaje se estira hacia el este y la brisa salada aparece antes que el cartel de bienvenida. En la Costa, la realidad cambia según la ciudad.
En Mar del Plata, en el local El Casco Carnes, Martina confirma un precio de $14.990, otro valor llamativamente competitivo.
La explicación es directa:
“No hubo aumentos exagerados. Todo lo normal que venía subiendo.”
Mar del Plata logra algo poco común para una ciudad tan grande: mantener un asado accesible, por debajo de muchas localidades del Conurbano.
Pero el mapa cambia al subir por la costa hacia las playas exclusivas. En Pinamar, en La Nueva Yunta, el kilo llega a $21.000, el valor más alto del relevamiento. Un distrito donde la estacionalidad, los alquileres y el flujo turístico suelen marcar el ritmo.
En el extremo sur del litoral, Monte Hermoso también muestra un precio elevado: $18.800 en Carnicería Emiliano MH. Una ciudad con fuerte estacionalidad, donde diciembre empieza a recalentar la demanda.

EL SUR PRODUCTIVO: puerto, polo petroquímico y precios en ascenso
El viaje sigue hacia Bahía Blanca, donde el puerto y las industrias moldean la vida cotidiana. Allí, en Total Carnes, el asado se ubica en $17.500.
Un valor de “mitad de tabla” dentro del mapa provincial.
“Allá se siente todo antes”, dicen muchos carniceros del interior. Y ese “allá” es el Conurbano: el lugar donde los aumentos pegan más rápido y donde las ventas suben o caen al ritmo del día a día.
LA CAPITAL PROVINCIAL: cuando el conurbano chico se mezcla con el interior grande
Al llegar a La Plata, los precios cambian de escala. En la Carnicería 1961, Evelyn dice sin rodeos:
“Sí, se sintieron los aumentos. Y mermó un poco la venta.”
El kilo está $20.000, con un descuento del 5% pagando en efectivo.
La capital bonaerense muestra una realidad parecida a la del GBA: subas fuertes y consumidores que compran menos.

EL CONURBANO: el termómetro del bolsillo diario
En el Conurbano la carne es un indicador inmediato de la situación económica. Y el panorama no es fácil.
En El Palomar, el reconocido Marito Laurens —carnicero e influencer— describe una suba brusca:
“El asado valía $12.800 y ahora está llegando a las 20 lucas. Hubo un parate. No hay mucha gente comprando.”
En Quilmes Oeste, los precios varían según el local. En Total Carnes encontramos uno de los precios más accesibles: $16.000.
Los patrones que deja este mapa
Después de recorrer más de mil kilómetros de voces, mostradores y precios, el mapa del asado bonaerense deja conclusiones claras:
◉ Las ciudades productivas del interior (Tandil, Mar del Plata, San Nicolás, Trenque Lauquen, Olavarría) tienen los mejores precios.
Donde la logística es más corta, la carne llega mejor.
◉ La Costa turística y la capital provincial concentran los valores más altos.
Pinamar a $21.000 es el extremo del mapa.
◉ El Conurbano marca el pulso de los aumentos.
Allí la carne subió entre 25% y 30% en pocas semanas.
◉ Las ventas cayeron en casi todas las regiones, salvo en algunas ciudades del interior donde los precios se mantuvieron.
Conclusión: un mapa tan diverso como la provincia misma
El precio del asado bonaerense no es uno solo.
Es una mezcla de distancias, alquileres, proveedores, turismo, clima económico y hábitos culturales. No cuesta lo mismo en una ciudad serrana que en una playa turística; no vale lo mismo en un corredor industrial que en un barrio del GBA.
Pero, si algo demostró este recorrido, es que la Provincia sigue siendo un mosaico de realidades donde conviven la preocupación por el bolsillo y el orgullo por la parrilla.
Porque, caro o barato, el asado sigue siendo parte esencial de la identidad bonaerense.
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